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PUNTO DE VISTA

Graduados sociales, esenciales, necesarios e imprescindibles

El graduado social es aquel profesional que, una vez finalizada su formación universitaria de Grado de Relaciones Laborales y RRHH, se incorpora al Colegio Profesional de la provincia en la que pretende ejercer como Graduado Social.

Una vez colegiado presta los servicios como técnico especialista en materias Sociales y Laborales y, como tal, estudia, asesora, representa y gestiona todos los asuntos laborales y de Seguridad Social que le sean requeridos por particulares, administración y/o terceros.

Entre sus competencias destaca la representación ante los Tribunales del Orden Social (Juzgados de lo Social y Tribunal Superior de Justicia) en todos aquellos asuntos que le sean encomendados por empresas, trabajadores, pensionistas, sindicatos, corporaciones, etc., teniendo en exclusiva como tal graduado social, la facultad de confeccionar mensualmente las liquidaciones a la Seguridad Social que realizan las empresas, así como tramitar y asesorar todos los expedientes de jubilación, incapacidad, viudedad, orfandad, favor de familiares y todas aquellas prestaciones que se realizan ante la Seguridad Social.

Asimismo, puede actuar en representación de estos ante la ITSS, SEPE, INSS, TGSS, Extranjería, Autoridad Laboral y AEAT.

El graduado social es hoy en nuestra sociedad un profesional destacado, esencial en el estado de alarma, necesario e imprescindible en el desarrollo de las relaciones laboral y de seguridad social. El graduado social es el único profesional especializado en estas materias que existe en Europa y un valedor importante y destacado de todas las actuaciones que se realizan en el mundo del trabajo y de la Seguridad Social.

El carácter multidisciplinar de los estudios de Grado en Relaciones Laborales le permite adoptar un enfoque global para aquellos problemas que puedan llegar a su despacho. No solo en el ámbito laboral y de seguridad social, sino también en cualquier otra faceta de los mismos, apoyándose en los conocimientos sociales, contables, fiscales y económicos que configuran una parte importante del plan de estudios.

En el ámbito de la empresa, pública y privada, el Graduado Social presta sus servicios profesionales en los departamentos de Personal y Recursos Humanos, desempeñado labores de dirección; gestión propia de nóminas y seguridad social; contrataciones; desarrollo y planificación de políticas formativas en la empresa; determinación de políticas y escalas salariales; valoración de los puestos de trabajo y planificación de plantillas; selección de personal; coordinación y gestión de la Prevención de Riesgos Laborales; diseño de programas de acogida y motivación del personal; planes de igualdad; formación; convenios colectivos, ?

El graduado social y la crisis del Covid

Desde la declaración del estado de alarma, el graduado social se ha visto inmerso en una ingente avalancha de trabajo para defender los intereses de sus clientes, frente a una administración sin personal, paralizada y cerrada, con la que era imposible comunicar y que no cesaba de dictar nuevas normas que, para más inri, se publicaban los fines de semana y que entraban en vigor el mismo día.

Desde el inicio, aunque parezca inverosímil, se tuvo que luchar desde el Consejo General para que nos declarasen esenciales, y así poder acudir a nuestros despachos para gestionar las demandas de ERTE y asesoramiento general. Esto se logró a base de sacrificio personal.

Podemos afirmar que más del 90% de los ERTE por Fuerza Mayor tramitados los han realizado Graduados Sociales y que los trabajadores afectados por ERTE han cobrado sus prestaciones gracias al trabajo y abnegación de los Graduados Sociales. Hemos demostrado que, además de esenciales, somos imprescindibles para la sociedad, para el conjunto de empresas, autónomos y trabajadores que la conforman .

Las cosas se podrían haber hecho de manera muy diferente aprovechando la experiencia que acumulamos, tanto a nivel de concretar los objetivos de la norma como de disponer de las herramientas y plazos necesarios para su efectiva ejecución y cumplimiento de una forma real, lógica y ordenada.

En este contexto, los GS no necesitamos una palmadita en la espalda por lo bien que lo hemos hecho. Si bien es cierto que nuestra labor ha sido elogiable por lo sacrificado de la situación padecida, con algunos compañeros de baja por ansiedad y crisis nerviosas debido al estrés experimentado ante tan ingente avalancha de trabajo, plazos e inseguridad jurídica, lo que verdaderamente necesitamos y reclamamos es que se nos faciliten las herramientas de trabajo adecuadas para llevar a buen fin nuestra tarea profesional. Y esto es simple: criterios interpretativos claros, funcionarios que atiendan los ruegos y preguntas de nuestros profesionales y que resuelvan las incidencias que se les plantean con la mayor celeridad. Pedimos poco para lo mucho que estamos dando.

Los GS nos sentimos muy orgullosos por la gran capacidad de trabajo demostrada y la profesionalidad con la que hemos afrontado esta crisis que, sin duda, ha contribuido a que nuestras empresas, autónomos y trabajadores no se encontraran en desamparo ante el desorden existente que ha generado esta crisis y la casi paralización de la administración. Merecemos un trato diferenciado por parte de la administración; sin nuestra actividad profesional el caos hubiera sido total.

El papel desempeñado por los Colegios provinciales y por el Consejo General ha sido de una importancia extraordinaria. La información y la formación constante a sus colegiados fue determinante para superar la situación inédita.

Es precisamente en este contexto donde la unión de nuestro colectivo adquiere mayor relevancia para la consecución de objetivos profesionales, como la consideración profesional de los GS por parte de la administración o la apertura de un canal de atención prioritaria a nuestros profesionales en todas las administraciones con las que nos relacionamos.

Tengo que insistir en que la unión de los GS en torno a nuestros Colegios profesionales y al Consejo General, nos servirá para distinguirnos de otras profesiones y luchar por nuestros intereses. Es cierto que, en muchas ocasiones, no nos distinguimos de otras profesiones. Por ejemplo, el término Asesor o Gestor conllevan a confusión respecto a los profesionales que están detrás.

Los GS somos algo más. Entre otras cualidades, somos los únicos profesionales especialistas en materia laboral y de seguridad social de toda Europa. La crisis lo corroboró y la sociedad lo comprobó. Nuestra principal tarea es la del asesoramiento profesional a empresarios, autónomos y trabajadores en una materia tan importante, sensible y necesaria para el presente y futuro de un país, como es el derecho del trabajo y de la seguridad Social que afecta, de una forma u otra, a todos sus ciudadanos.

En la actualidad somos el instrumento ideal para hacer realidad, entre otras, las políticas de empleo que la administración dispone. Somos, sobre todo, facilitadores del cumplimiento de toda la normativa laboral que afecta a empresarios, autónomos y trabajadores. Y, especialmente, valedores de la Justicia Social emblema de nuestra profesión de Graduado Social.

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