Me dirijo a usted, Señor Ángel Víctor Torres, como ciudadano de estas islas, a las que usted representa en su cargo político como Presidente. Quisiera ponerme en su piel para entender la nada fácil tarea de gobernar y hacer frente a situaciones sociales tan diversas de nuestra comunidad autónoma canaria. Sin embargo, mi empatía no quiere ser la expresión de mi total acuerdo con todas sus gestiones. Me centro en el ámbito de la inmigración.

Echemos juntos una mirada a los datos. Según la web del Ministerio del Interior, en lo que va de año han llegado a Canarias por vía marítima 3.933 inmigrantes en 136 embarcaciones. Es un aumento considerable en comparación con 2019 en que llegaron a nuestras costas 584 personas en 50 cayucos o pateras. Es decir, este año son 3.349 historias humanas más arriesgando su vida para cruzar el océano en busca de un futuro mejor. Cifras para considerar y analizar en profundidad más allá de estas líneas.

Le deseo mucha salud y buena capacidad de recordar. Esta realidad actual no nos puede hacer perder la memoria. La historia del pueblo canario se fragua, en una parte considerable, por quienes fueron hasta Cuba o Venezuela para buscar un futuro más próspero para sus vidas. Gracias a la acogida de aquellas gentes, quienes dejaron sus hogares en el archipiélago canario, salieron adelante. No quiera responder diciendo son situaciones distintas porque no es cierto. Detrás de cada inmigrante hay una situación a la que los políticos en especial deben dar una respuesta comprometida. ¿Piensa usted que el progreso de aquellas personas hubiera sido posible desde la vigilancia, la repatriación, el rechazo...? Seguramente no. Por eso, nunca podemos olvidar ni ignorar la memoria de nuestra historia para descubrir así el lado positivo de estos fenómenos migratorios.

El pasado 21 de agosto, Señor Presidente de Canarias, usted declaraba: " Es penoso, estamos asistiendo a un drama humanitario, una imagen dantesca que creo que debe herir las conciencias". Hasta ahí una buena frase, pero sea prudente y no se arriesgue a hacer declaraciones para dar titulares llamativos a los medios de comunicación. Por eso, me atrevo a preguntarle ¿realmente vive usted esta situación de los inmigrantes como algo que hiere su conciencia, es realmente una prioridad? Los hechos serán los que confirmen si este modo de pensar es consecuente con su obrar o simplemente son meras palabras que se lleva el viento.

Ese mismo día, usted Señor Torres, usted añadía: "Lo que tenemos que hacer, los que tenemos responsabilidades públicas es dar ejemplo, ser solidarios y responder con nuestros recursos". Completamente de acuerdo. Esa afirmación tiene un nombre, un cargo político con nombre concreto: Señor Presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres. ¿Cree usted ser un ejemplo pensando que las soluciones las tienen otras personas o instituciones? ¿Usted no es capaz de tener soluciones en sus manos? ¿No tiene la Comunidad autónoma canaria infraestructuras con capacidad de respuesta a la situación de los inmigrantes arribados a nuestras playas? ¿No es posible un esfuerzo decidido y eficaz de coordinación del Gobierno autónomo, con los presidentes de Cabildos, alcaldes de los distintos municipios, otros organismos administrativos canarios, empresarios...? ¿No hay realmente infraestructuras, propiedad de todos estos organismos citados, capacitadas para dar respuesta a la inmigración, si no es a toda, al menos a una parte de ella? No piense únicamente en las instalaciones o edificios presentes en Canarias, propiedad del Gobierno de Madrid. Ahí, en ese trabajo conjunto de coordinación con las distintas administraciones públicas canarias se juega la capacidad de respuesta y no conformarse delegar en las tareas de las ONGs, quienes suplen con creces lo que debería realizarse desde el ámbito político social.

En septiembre, la visita oficial a Canarias de los responsables de los Ministerios de Turismo, Migraciones y Transición Ecológica no es la varita mágica a la solución de esta realidad. Es importante, la coordinación con el Gobierno central del país, pero no debe faltar en primer lugar, un decidido esfuerzo de aportar los mejores recursos de la propia comunidad autónoma. Tampoco la solución está en acudir a la Unión europea, quien es cierto debe "dar pasos de mayor responsabilidad". Siempre es bueno refrescar lo ya aprendido, Canarias, aunque próxima a África, pertenece realmente a la Unión Europea. Por tanto, empiece usted, Señor Rojas, aportando lo mejor de usted para dar ejemplo. ¿Qué resultados espera usted de sus posibles encuentros y negociaciones con responsables políticos europeos, si usted es el primero que piensa que la solución está fuera y no aporta un compromiso decidido y eficaz por quienes llegan a las costas canarias?

Mire, Señor Rojas, le quiero ser sincero y no me creo que Canarias no tiene recursos para ello. Basta ver cómo nuestro archipiélago es testigo de numerosos eventos sociales interculturales, rápidamente se crean con ese fin estructuras de alojamiento e inversión de recursos materiales y económicos. ¿ Y si quienes alcanzan las costas canarias fueran artistas de diversas culturas, con renombre conocido en diversos ámbitos culturales de la expresión artística que deseando poner a prueba la capacidad de respuesta política a la inmigración decidieran venir en una patera, la actitud política sería la misma? Seguramente no. Desgraciadamente, la acepción de personas impide la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Como dice el poeta Francisco de Quevedo: "Poderoso Caballero es don Dinero".

No me extiendo más, Señor Presidente, agradezco la lectura de esta carta. Le deseo lo mejor en esta situación actual en Canarias. Su cargo actual sea para bien de toda la sociedad canaria, es decir quienes vivimos en el archipiélago y quienes llegan hasta aquí. Espero en una próxima carta, desde su capacidad de respuesta ante los retos actuales, poder expresarle mi más sincera felicitación.

Julio Roldán- Periodista y Sacerdote