La Provincia - Diario de Las Palmas

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Apuntes

Irresponsabilidad y frivolidad en la tragedia

Citaba el Rey Hassan II, a propósito de las relaciones casi siempre tensas entre Marruecos y España, una frase del canciller de Bismarck: "La geografía es el único factor inmutable de la historia". Lo recoge el periodista francés Eric Laurent en un libro que es una amplísima entrevista, La memoria de un Rey, que ofrece abundante información sobre el trato entre los dos vecinos.

Hay otra cita imprescindible para entender cabalmente el fenómeno de la huida, cada vez más numerosa, de miles y miles de africanos que escapan de sus países, por diferentes causas y que entre otras eligen Canarias como puerta de entrada a Europa. Unos lo hacen por falta de horizontes, otros porque no soportan las tiranías, la pobreza, la maldición de una esclavitud disimulada, el terrorismo de los fanáticos?

La aventura desesperada, y que tantas veces termina en la muerte anónima tragados por el océano, inhumados tras una lápida en blanco, no obedece a un efecto llamada concreto de los países de arribo. La única llamada es el estado de bienestar, las libertades, la paz, el mundo de oportunidades de Europa. Por lo que iban los europeos a América. Lo que hay realmente, pues, es un efecto salida, aunque los discursos populistas y racistas, preñados de medias verdades, llenos de falsedades y sacados de todo contexto? se empeñen en ofrecer un visión sesgada de la realidad.

A finales de los 90 del pasado siglo XX, el todavía secretario general de la OTAN, Javier Solana, se refería a esta cuestión en una cena celebrada en el Hotel Santa Catalina, y también en una entrevista que le realicé. Quizás no será literal, pero lo que dijo fue que "o los recursos fluyen del norte hacia el sur, o las personas fluirán del sur hacia el norte, y no habrá muro suficientemente alto que lo frene".

Cierto. La oleada de emigrantes ha crecido en proporción a los nuevos factores de inestabilidad. Los focos se han multiplicado en los últimos años. Desde los estados fallidos o a punto de fallar en el Golfo de Guinea (cuya situación explosiva movió a la ONU a crear una oficina especial para la zona, la Unowa, a la que se le ha añadido una 'S' tras la crisis del Sahel) y en donde España mantiene una presencia de buques de la Armada en una acertada diplomacia de la defensa enfocada a garantizar la seguridad marítima y fortalecer las relaciones con un área que, aunque no lo parezca mirando superficialmente un mapamundi, está muy vinculada con la seguridad del Sahel. Y a su través, con la ribera mediterránea y el Magreb. Etcétera: Irak, Libia, Siria? y una estela de efectos colaterales de una estrategia salvaje de la política exterior de las grandes y medianas potencias, EE UU, Europa, y sobre todo las nucleares Reino Unido y Francia; Rusia, que busca un hueco entre los grandes - USA, China, UE?- etc. Un caos creciente.

Es una evidencia que el problema tiene varios modos, todos complementarios, para afrontar esta situación, que, por otra parte, presenta una tendencia clara a empeorar si no hay un amplio consenso mundial: promover estados seguros, fiables, en vez de destruir alocadamente los frágiles equilibrios de muchos de ellos; contener la expansión del yihadismo, adoptando la ONU una fuerte política de sanciones a sus patrocinadores: el fanatismo del islamismo radical provoca el mayor número de víctimas dentro del propio islam; apoyar el desarrollo de los países africanos mediante relaciones económicas mutuamente beneficiosas y no expoliadoras; y entre otras medidas, fórmulas efectivas de contención de los flujos migratorios irregulares.

En este último aspecto, los gobiernos españoles han fallado con estrépito en los últimos años, después de haber desarrollado durante el mandato de Zapatero, con mención de honor al entonces delegado del Gobierno en Canarias Segura Clavell, impulsor de las mismas, unas políticas de disuasión, información en origen, detección por radar en el mar, o por vigilancia aeronaval; mayor dotación presupuestaria para el salvamento, centros de llegada, atención y retención amplios y decentes, y eficacia en las decisiones administrativas de admisión o devolución? que fueron consideradas las mejores de Europa y ejemplo y base de Frontex.

Con estos antecedentes es inconcebible el actual desbarajuste, con episodios tan frívolos e irresponsables como el alojamiento de inmigrantes en hoteles turísticos o hacinados en carpas en los muelles. En materia de inmigración no solo se ha destrozado lo bueno que había, en primer lugar la experiencia, sino que el gobierno y en general todas las instituciones concernidas parecen un ejército de pollos sin cabeza.

En los 2000 los cuarteles y campamentos militares en las Islas fueron claves para la acogida y clasificación. Ahora todo es improvisación, incompetencia, mala educación y, resumiendo, falta de sentido de Estado y asombroso desconocimiento de la historia..

Y como la geografía no va a cambiar?

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