La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso

Sol y sombra

Luis M. Alonso

Otegi y la ‘democratización’

Sánchez ha optado por apadrinar el pacto con Bildu después de que algunos de sus fogoneros más atolondrados negarán reiteradamente que existe. “Las únicas siglas que importan son PGE”, ha dicho refiriéndose a los Presupuestos Generales del Estado, que es el billete que le garantiza el viaje en esta legislatura. Bildu no son siglas, es un asco inenarrable que se convierte en arcada cuando Otegi se jacta de que con su apoyo al presidente del Gobierno se abre “una ventana a la democratización” de España aun sin haberse dignado a condenar a los terroristas de ETA, autores de ochocientos muertos e innumerables víctimas. Que alguien que se considere a sí mismo decente acepte el respaldo de un sujeto de esta calaña, capaz de mantener este tipo de cosas, ni siquiera gratuitamente sino tras haber negociado con él, describe cuál es la situación de este país y en qué manos está.

Consciente de lo que le importa a él y de lo que no debe importarles a los demás, Pedro Sánchez da un paso al frente distanciándose del frenesí negacionista que embargó a la izquierda y a sus terminales mediáticas cuando intentaban desesperadamente desmentir el acercamiento a Bildu, incluso en el mismo momento que los socialistas negociaban con los proetarras el gobierno de Navarra. El propio Presidente había asegurado que jamás pactaría con semejante partido.

Bueno, pues ahora el panorama se despeja en cuanto a la colaboración con los antiguos cómplices de los terroristas. En adelante, la vida a cara descubierta. Lo que importa son los PGE, el resto es olvido e indignidad, es decir melancolía. Un olvido enterrado selectivamente junto al tipo de memoria histórica que no conviene tener en cuenta. Así, el relato político se renueva cada día para que Otegi entre a formar parte de él y reclame su papel contributivo a la democracia de este pobre país. Qué sentido del humor más funesto y macabro. Es la bomba, Otegi.

Compartir el artículo

stats