La Asociación de Consignatarios y Estibadoras de Las Palmas (Asocelpa) acaba de editar, bajo el título Espíritu de Conexión, un vídeo muy realista sobre el papel que han jugado las empresas integradas en la citada organización desde marzo de 2020 con la llegada de la pandemia, al hacer posible que no faltaran en los hogares canarios los alimentos básicos a través de la cadena del transporte marítimo gracias al apoyo total de los trabajadores que operan en el puerto de La Luz.
Es un hecho incuestionable que casi ha pasado desapercibido el papel que juega nuestro recinto en las comunicaciones con la Península y extranjero, así como nudo de distribución con el Archipiélago que se ha visto realzado con la crisis del coronavirus al mantener sus servicios de forma permanente gracias al esfuerzo de unas navieras y empresas que no han cerrado sus puertas, sino al contrario. Se han mantenido en un sobresfuerzo para servir a la población prácticamente de todas las Islas y también para la salida de nuestros productos hasta los mercados consumidores, sin olvidar el movimiento de pasajeros y vehículos interinsulares y con la Península.
Por todo ello tenemos que felicitar a Asocelpa por esta iniciativa privada que no abunda en nuestro recinto, para expresar el alto espíritu que anima a sus asociados de expresar con imágenes y sonido la realidad actual del puerto de La Luz, que no ha dado la espalda a la pandemia gracias a la fortaleza de esas empresas agrupadas en una Asociación que camina hacia el siglo de existencia, ya que se fundó en el año 1925.
Es el ejemplo del realismo de un puerto vivo con 138 años de existencia cuya herencia hemos recogido las nuevas generaciones con el mismo afán de servicio de nuestros antepasados, que siempre creyeron en Las Palmas de Gran Canaria como un eje marítimo atlántico en conexión con tres continentes.
