Conocer el pasado, confrontado con el presente, es un ejercicio cualitativo, que nos conduce a añoranzas varias: Como ejemplo la luminosa juventud perdida. Todo en la conjunción popular de espacio y tiempo, con su naturaleza discutida pero magnificada por filósofos: Kant, Leibniz, Locke… el movimiento, que el tiempo convierte en historia, el espacio, inamovible, estático, campo en el que se arrastra el tiempo.
Pasó 2020, centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós (1920), que arrojó a un segundo plano otros acontecimientos ocurridos en esa fecha: las muertes del sobrino de Benito, Domingo Pérez Galdós Ciria, Gregoria Marrero de Gourié, madre de Francisco Gourié Marrero el gran empresario de Arucas, de quien de sus tantas actuaciones, solo voy a referirme a las relacionadas con el agua. La primera su pertenencia a la Sociedad Fomento de Gran Canaria, que le llevó, tras agrios episodios, a la administración compartida de la Compañía inglesa, La City, en su proyecto de ejecución y mejora del abastecimiento de agua de Las Palmas. La segunda tuvo que ver con los Pérez Galdós y el Cortijo de Guanarteme. Se llegó a un acuerdo entre Sondeos y Explotaciones Hidráulicas e Ignacio Pérez Galdós para extraer y pasar aguas propias por el Cortijo de los Pérez Galdós. Sondeos suministraba aguas al Puerto cuando todavía el abastecimiento era insuficiente y deficiente. El acuerdo lo refrendó Luis Antúnez Hurtado de Mendoza, cuando heredó el Cortijo.
Se celebra una fiesta, que tiene mucho de social. Es la Fiesta de la Alpargata, producto de la inventiva e ironía canaria. Es la honra del «pueblo» al calzado, que protegíó tantos pies (pien, para Pepe Monagas). No me consta que volviera a celebrarse la fiesta. Valen los versos del poeta teldense Fernando González:
«Eramos pobres,/y los niños teníamos zapatos/sólo para calzarlos los domingos”.
Entro en la actualidad de 2021. Es el centenario de la muerte del gran poeta de Moya, Tomás Morales. Poeta del Norte de Gran Canaria, junto a Domingo Rivero (Arucas). Nació en Moya en 1884 y murió en plena juventud el 15 de agosto de 1921 siendo Vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria. Poeta modernista, en la línea de Rubén Darío. Estudió en el Colegio de S. Agustín (1893-1898). Compañero de Alonso Quesada (Rafael Romero), Saulo Torón, Néstor Martín Fernández de la Torre. Luego, en Cádiz, empezó sus estudios de medicina. En Madrid coincide con Luis Doreste Silva, Pancho Guerra (el genial «padre» de Pepe Monagas), acude a la tertulia del Café Universal, por el que también pasó D. Benito. En 1909 regresa a Las Palmas. En 1911, fue médico titular de Agaete, hasta 1919. En el Huerto de La Flores, cuajado de árboles de especies canarias y sudamericanas, reúne a los poetas. Entre ellos a Alonso Quesada. Con su esposa Leonor tuvo cuatro hijos.
Las rosas de Hércules es un libro que hay que leer constantemente. La rotunda, vibrante poesía que recita Tomás en el cenáculo madrileño de Colombine: «Puerto de Gran Canaria, sobre el sonoro Atlántico/con sus faroles rojos en la noche calina/ y el disco de la luna bajo el azul romántico /rielando en la movible serenidad marina». La sensibilidad de su poesía, su lado deslumbrante, el tema del amor humano, pero espiritual, sin citar a Cupido en La balada del niño arquero.
En 1920 había vendido una propiedad muy significativa y emotiva, que heredó de su madre Tomasa Castellano Villa. Se trata de un terreno de 1 fanegada (55 áreas) en el barrio Trujillo, Tierras Blancas de Moya, con casa y dos estanques. LA PROVINCIA (17 agosto de 1921) hace elogios del poeta: «La copa de arcilla se ha roto. Ya se ha enfriado su frente. Ya no arde en ella el fuego creador, ¡Cuánta idea sublime, cuánta sonora, cuánto ritmo cuánto arte hemos perdido! Y, mientras, en la tierra se descompone su barro carnal, algunos destellos de su espíritu, aprisionado en la música de sus estrofas, quedarán por siglos en una gloriosa eternidad» . LA PROVINCIA se queja de la abstención en su entierro de la representación de la ciudad. Coincidía la muerte de Tomás con el nombramiento de Leopoldo Matos Massieu como Ministro de Trabajo en el nuevo Gabinete de Gobierno de Antonio Maura. Tomás recibe en El Círculo Mercantil el homenaje donde intervinieron González Díaz ¡Oh, los árboles!, Saulo Torón, Claudio de la Torre y Alonso Quesada.
Peor resultaron los posteriores e indignos pasos que llevaron a la Corporación Municipal a retirar el nombre del poeta del Instituto de Enseñanza, lo que afortunadamente no se llevó a cabo. Sí se quitó su nombre de la Plazoleta que lo llevaba, para cambiar el nombre por el de la Constitución, popularmente Supositorio.
Otro centenario digno de reseña es el de la muerte del prestigioso abogado Prudencio Morales Martínez de Escobar. (1861-1921). Hijo de Francisco Morales Aguiar. Fue cofundador de LA PROVINCIA y su primer Director. Realizó una labor importante, proyectada hacia un futuro, cuya progresión se mantiene todavía. Secretario del Cabildo. Cronista oficial de Las Palmas. Defensor acérrimo de la separación de las provincias. Escribió La política en mi tierra (recomiendo su lectura por su actualidad) y El problema del Régimen administrativo de Canarias entre otras.
En 1921 era Alcalde de Las Palmas Bernardino Valle. Martín Saavedra Medina se casa, en La Palma, con Isabel Acevedo Valcárcel, siendo padres de Jerónimo Saavedra Acevedo. Se crea el Registro Mercantil de Las Palmas, hasta entonces monopolizado por Santa Cruz de Tenerife. José Pereyra es nombrado Delegado del Gobierno de Lanzarote. Pereyra es uno de los más importantes prestamistas de las islas orientales canarias. Tomás Zárate Morales, que fue Presidente del Cabildo de Gran Canaria, era el ejecutor de los préstamos en nuestra isla.
Sirvan las anteriores líneas para recordar personas y hechos que de alguna manera quedan en la historia de Canarias, como merecedores de nuestro conocimiento, valoradas según la entera objetividad de cada lector.
