La Provincia - Diario de Las Palmas

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José María de Loma

Turismo espacial

Estos días se está celebrando en Marbella una feria de turismo espacial. Poco negocio harán conmigo, que ya estoy en las nubes. El evento ofrece también formación para convertirse en astronauta, pero ya saben que este es un país donde los astronautas son ministros.

Cualquier conocido se ha dado ya alguna vez en su vida un garbeo por Nueva York o el Caribe pero no conoce bien la provincia vecina. Estamos a un paso de pasar una temporada en la luna sin haber puesto nunca un pie en Ciudad Real o Valladolid. Sería un gran paso para el hombre y un traspiés para la hostelería local. Mi país favorito para el asueto es la inopia, cada vez que puedo viajo a él, aunque son más tentadoras cada día las ofertas, alojamiento y desayuno, para la desidia, el aislamiento o la misantropía, donde un par de amigos se han instalado ya. Se fueron allí para estar juntos y tranquilos, pero claro, ahora son misántropos y ya ni se hablan. En el país desidia no hay nacionalistas: no tienen ganas de serlo. En la citada feria tal vez ofrezcan pasajes para El país de las maravillas, aunque seguro que la gente prefiere billetes para esas excursiones rápidas, apenas quince minutos, en cápsulas que suben para que contemples por la ventailla el globo terráqueo y luego vuelvas. Los millonetis ya los hacen a menudo y pese a que sus ojos han visto cosas que jamás creeríais, siguen teniendo la mirada esa de quiero más beneficios. Me gustaría una feria en la que se vendieran pasajes para Macondo, El bosque animado, Obaba, Celama o Castroforte. No pocos opinan que ya no será necesario viajar, ni al espacio ni a Venus ni a Ponferrada, dado que la realidad virtual será igual de excitante. A mí lo que me excita es que haya gente tan descerebrada.

El espacio nos espera aunque donde nos hace falta es en casa, que ya no caben más trastos. El ser humano tienen instinto explorador, aunque yo conquistaría antes la venta del pueblo de al lado -donde ponen arroz con berberechos- que una estrella desconocida. Imagínense que llegan y se encuentran con que no saben preparar la paella, que la radio solo pone canciones de Georgie Dann o que no emiten el programa de Jordi Hurtado.

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