La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Peligrosas derivas

Peligrosas derivas

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha llamado este martes «líder de banda criminal» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a todo el grupo parlamentario del PSOE en las Cortes. 

Como un ejemplo mas a añadir a la corrupción y prostitución de las ideas de la ilustración, ayer, en un acto de ejercicio político, las palabras del parlamentario arriba mencionado vienen a evidenciar el olor a podrido que subyace a las mismas y los augurios mas funestos que aquellas preconizan. El simple hecho de pensar que un buen insulto de tinte populista ofrece mas eco y mayor popularidad a un partido que un buen debate sólido y profundo, nos dice que acaso no se poseen ni se necesitan ideas nuevas que aportar o que ese modus operandi de argumentos falaces y retórica burda ofrece mayores réditos electorales.

Desde dondequiera que provenga, el populismo barato de la descortesía, del insulto y las insinuaciones rastreras fomenta actitudes y reacciones violentas y, desgraciadamente, a ciertos niveles de nuestra sociedad con tan escasa cultura democrática como la de los políticos de la descalificación, lejos de incitarles a deslegitimizar al partido que lo practica, se los incita a posturas peligrosamente radicales.

El nefasto manejo de las emociones primarias de la mano de la bronca y los insultos se traduce en el incendio paulatino de las redes en las que los fanáticos continúan echando mas carroña a las fieras. Ensalzando el agravio del señor García-Gallardo ya he recibido varios wassaps. Y es que el leguaje agresivo y zafio empleado desde arriba es el mejor método para estimular, canalizar y extender los sentimientos de odio y desprecio hacia el que no opina, siente o es como tú.

No resulta extraño que la proliferación de ejemplos del uso agresivo y provocador del lenguaje y de los lamentables espectáculos que los acompañan devengan tanto en violencia como en hastío democrático. Y a todas estas, la prensa partidista, dividida, ideologizada y al servicio de los intereses económicos de su línea editorial enfoca su relato hacia su comunidad lectora previamente definida. Como prueba de esto último basta con interpretar el tratamiento y el eco que los principales diarios de nuestro país han dado sobre este triste acontecimiento. Tanto en política como en periodismo, no todo vale, aunque los réditos de la mala praxis produzcan, a la corta, mayores beneficios. ¡Qué bien nos vendría un mucho mas de ética! A todos.

Compartir el artículo

stats