Reseteando

Aula e ideología

El líder de Vox, Santiago Abascal, comparece para adelantar la convocatoria de la asamblea general de su partido.

El líder de Vox, Santiago Abascal, comparece para adelantar la convocatoria de la asamblea general de su partido. / Marta Fernández Jara

Javier Durán

Javier Durán

La maleza que habita en el Gobierno de Aragón, por supuesto que PP-Vox, se dedica a ensalzar los valores del mundo rural con un vídeo que rescata un aula de la época con los retratos de su excelencia Franco y el protomártir José Antonio, el crucifijo en la pared, la hucha de la Santa Infancia y por algún lado estará la regla de madera para el castigo y la disciplina. Ese ejecutivo debe sufrir los efectos de una lobotomía, y jadea por un retorno a esos espacios dominados por el Cara al Sol, unos maestros mal pagados y con unos niños desnutridos que veían el futuro con forma de bosta de vaca. Algunos se salvaban, pero muy pocos. Un referente tan reparador vuelve en un contexto democrático, atacando a la dignidad de todos los que padecieron la enseñanza del nacional-catolicismo. ¿Qué pretende la emisión de este audiovisual? Esto no es un cagada de un gabinete con fontaneros novatos, sino una provocación en toda regla. Mientras el resto se queda asombrado dada la dimensión del atrevimiento, la ultraderecha brinda por la difusión que alcanzan sus elementales iniciativas. Aunque sólo sea en imágenes, la recuperación de un aspecto tan simbólico de una educación represiva está en la onda de las bravuconadas de Ortega Smith, la quema en la sede socialista de Ferraz de un muñeco que representa a Pedro Sánchez y otras algaradas a las que nos tienen ya acostumbrados. Siguen la misma línea que otras ultraderechas europeas, que han asumido como código el trumpismo y su exhibición en el ataque al Capitolio. Ni Vox ni el PP tienen entre sus previsiones que sobre los municipios de montaña de Aragón se desarrolle un plan de reapertura de estas escuelas del régimen. Para nada. Primero aspiran, como decía, a sembrar la inquietud y el desasosiego. Y segundo, expresan su repulsa más rabiosa del modelo: no quemarán libros (¿seguro?), ni reinstaurarán el castigo corporal, ni filtrarán el pensamiento de los profesores (¿te consta?)... Serán más sutiles: por ejemplo, se cargarán todo lo que ellos crean que incluye ideología. Menos la suya, está claro.

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