Opinión | Volando bajito

Tirar del hilo

Tuvo la suerte de que en sus mil disparates una mujer comprometida con los menores se fijó en ella y como jurista comprometida se empeñó en guiarle la vida

Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria

Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria / JUAN CASTRO

Hace unos años que no sé de ella, la conocí a la carrera, cuatro horas de grabación televisiva y poco más. Es verdad que supe de su historia mucho antes incluso de quien se convirtió en su milagrosa protectora con quien coincidí en un plató. Un compañero me alerto sobre la historia que escondía aquella joven guapísima, gamberra y ocurrente.

Una modelo de todo menos en su forma de vivir. Me maravilló cómo una muchacha con un recorrido urbano que ponen los pelos de punta era capaz de sentarse sin condiciones ante las cámaras para contar su vida loca y peligrosa.

Siempre supe que su historia acabara siendo atractiva para cualquiera periodista curioso, de hecho hace dos semanas una cadena nacional se hizo eco de la historia. Estaba cantado que tarde o temprano la muchacha acabaría asomando la cabeza. Cada cual aprovecha los años como puede y aquel día contó que en sus desordenes personales y su carrera hacia el abismo no se le puso nada por delante, menos meterse en las drogas lo hizo. Estaba en plena adolescencia.

Tuvo la suerte de que en sus mil disparates una mujer comprometida con los menores se fijó en ella y como jurista comprometida se empeñó en guiarle la vida. No le perdonaba una como responsable de un área donde recaló la chica que, por cierto, ya tenía una niña. «Me tenía al hilo», recuerda. Suerte loca. El primer susto fue ingresar en un centro de Menores en Tenerife, lejos de su abuela y de su hijo, lo único que tenía. Contó entonces que cuando se vio en la furgona custodiada por dos policías pidió hablar con su protectora. «Quiero estudiar y ser como usted», le dijo. Ahí empezó alejarse de la alumna rebelde que llevaba en la mochila para combatir las horas escolares.

Ya es abogada, opositando a juez.