Las Islas Canarias están bañadas por el océano Atlántico que le otorga singularidad y una posición estratégica, ofreciendo una variada riqueza de fauna que los isleños han sabido aprovechar incorporando estos productos a la variada gastronomía canaria. La vieja, la lapa majorera y la gamba de la Santa son solo algunas muestras de esa riqueza que el mar regala a los canarios y que se han convertido en emblemas del Archipiélago.

La gamba de La Santa

El camarón soldado es conocido en Lanzarote como gamba de La Santa, debido a que las capturas de este crustáceo se realizan en aguas del noroeste de Lazarote. Es uno de los recursos más valorados en el litoral de Tinajo ya que junto a otras especies como viejas, cabrillas, meros, sargos o morenas forman parte de las exquisiteces que el mar produce y que surten las mesas de los restaurantes y de los vecinos de la zona.

La gamba de La Santa destaca por su sabor y consistencia, incluso después de haber sido congelada, con la particularidad de ser más dulce que otros tipos de gamba. Con una producción de unos 1500 kilos anuales este apreciado crustáceo es un recurso importante, desde hace más de veinte años, para los pescadores de la zona.

La lapa majorera

En Canarias existen 4 especies de lapas, la curvina o lapa burro, la negra, la blanca y la majorera (patella candei), también conocida como lapa de sol o picua, que es muy apreciada por su exquisito sabor y textura, es por ello que debido a la sobre explotación está protegida y su extracción regulada por ley ya que sus poblaciones se encuentran en una regresión alarmante. Se distingue por su concha sólida ovalada y muy alta. La coloración externa es grisáceo-amarillenta en las más grandes y verde-amarillenta en los ejemplares más pequeños, mientras que en su interior es nacarado con tonalidades azules y grises y un borde amarillo. No suele estar cubierta de algas, pero sí puede presentar cirrípedos adheridos en su superficie. El pie es gris oscuro y amarillento. Algunos ejemplares pueden alcanzar 85 mm de longitud.

La vieja

La vieja es uno de los peces más apreciados y emblemáticos del archipiélago canario. Esta especie de pez loro, es un ejemplar muy activo y curioso que destaca por la belleza de su colorido y aunque no es exclusivo de Canarias es un producto emblemático de la cocina isleña. Podemos encontrarlo numerosamente en aguas de Canarias pero proverbialmente los ejemplares de mayor tamaño viven en las Islas de Fuerteventura y Lanzarote e incluso los pescadores de La Graciosa llegaron a comentar la existencia de ejemplares de al menos 6 kg de peso.

Es un pescado blanco con una delicada textura y un sabor que incontables veces es comparado al del marisco, es muy apreciado en la alimentación por su alto valor proteico, ya sea cocinada a la espalda con papas, en papillote, guisada, sancochada, al horno o frita el éxito en la mesa está asegurado.