Los músicos del grupo Compay Segundo, que acompañaron al compositor cubano a lo largo de su vida, han vuelto a España y lo hacen en homenaje a un artista que siempre tuvo "mucho cuidado" con que sus letras fueran respetuosas con "los valores", a diferencia de ahora, que reflejan "agresividad" y ansia mediática.

El contrabajista Salvador Repilado (1947) es el hijo de Máximo Francisco Repilado Muñoz, Compay Segundo (1907-2003) y líder del grupo, nacido "por y para" la música igual que su padre aunque él, explica en una entrevista con Efe, no ha tenido todavía "el privilegio" de gozar de lo que el popular músico llamaba "las flores de la vida". "Uno que escribe quiere tener el premio Pulitzer y se prepara y se prepara aunque no lo logre. A conseguirlo le llamaba Compay 'las flores'. Es una cuestión de fortalecimiento, de crecimiento personal. A mí todavía no me han llegado y es que eso no es nada fácil".

La gira que les trae por España, y que ya les ha llevado a Gerona, Barcelona, Valencia y Madrid y que concluirá este sábado 27 y domingo 28 de mayo en el teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, a las 20.30 y 19.30 horas, respectivamente, es a la vez un homenaje por el 110 cumpleaños de Compay, el 60 de la formación del grupo y el 20 de Buena Vista Social Club, además de una "estupenda ocasión" de "refrescar los temas del último disco que grabaron, Compay son con pasión (2014).

"Compay se convirtió en una de las caras de la cultura cubana. Nosotros estamos trabajando en eso, a ver si podemos lograrlo", se ríe. Y su banda, "como muchos otros músicos", se enfrenta en la actualidad a un reto: "Los cambios en la música, las nuevas sonoridades y los textos tan diferentes".

En España, dice, han notado una corriente de complicidad y de energía que les ha encantado, porque han acogido de maravilla las canciones de siempre de Compay y las nuevas que han presentado: "Nos pedían canciones, como La negra Tomasa, Macusa o Chan Chan y nosotros deseosos de complacer", relata.