Jesús Ascanio comenta que, sabiendo cómo fue la estancia en la residencia mientras duró la evacuación anterior de La Restinga, debió haberse traído una televisión para pasar los ratos muertos en este alojamiento provisional ya que de aquella primera experiencia lo que recuerda con más claridad es que pasó momentos realmente aburridos. Sin embargo, con las prisas, tampoco pudo esta vez llevarse nada que no fuesen los objetos de primera necesidad.