La mayoría de los medicamentos indicados para patologías cardiacas se adquieren en las farmacias, pero hay una serie de fármacos más costosos que tienen que pasar por inspección médica. Una situación que cada vez es más frecuente a raíz de los recortes económicos y que afecta especialmente a antiagregantes, anticoagulantes y antiarrítmicos.

Hasta el momento el ahorro en el tratamiento o en la tecnología utilizada no tiene por qué afectar a la salud de los pacientes porque existen alternativas, pero los cardiólogos temen que sí suceda si los recortes continúan. "Lo que no sabemos es qué pasará si de aquí a dos o tres años cuando los recortes sean mayores e influyan en un volumen mayor de enfermos", señala Carlos Culebras, presidente de la Sociedad Canaria de Cardiología que celebra entre hoy y mañana su XXV Congreso Adeje (Tenerife).

También los recursos tecnológicos se están adecuando a los tiempos que corren, es decir, que si se realiza la misma función, se elige el más económico. "Puede que haya cierta dificultad para la utilización de productos punteros", reconoce el cardiólogo que recuerda que este aspecto se está solventando en todo el territorio nacional con una central de compra.

Culebras también alerta de las diferencias que habrá en cardiología dependiendo de cómo afecten los recortes en las diferentes comunidades autónomas. Los medicamentos dirigidos a los pacientes con patologías cardiacas pueden llegar a costar unos 100 euros para un mes, un precio que se ve reducido con la receta médica e incluso que se queda en una cifra simbólica.

Además de sobre el tema de los recortes económicos, que preocupa a los especialistas, el congreso analizará a otros asuntos de interés como los nuevos anticoagulantes, las fibrilaciones auriculares y los adelantos en cirugía bariátrica como estrategia preventiva. "Es una ocasión muy especial porque celebramos el 25 aniversario de nuestra sociedad científica y esperamos una participación masiva de más de cien cardiólogos de toda Canarias", apunta Culebras.

Según el presidente de la Sociedad Canaria de Cardiología, tres de cada diez fallecimientos en Canarias se producen a causa de una enfermedad cardiovascular y por ellos es imprescindible que tanto los cardiólogos como otras especialidades médicas se unan en grupos de trabajo para luchar contra esta circunstancia. Precisamente esta coalición de profesionales en torno a protocolos de tratamiento de la enfermedad será uno de los argumentos principales que se abordará estos días en el congreso anual.