No es lo mismo padecer una enfermedad mental en Tenerife o en Gran Canaria, ni siquiera es lo mismo sufrirla en el sur o en el norte de la isla. Los familiares de los enfermos mentales denuncian que existe un "desequilibrio notable" en la atención médica según el lugar en el que se encuentre dentro de la comunidad canaria.

Alertan de que, dependiendo de la isla y de la zona, se trata a los enfermos de manera distinta. Andrés Mendoza, presidente de la Confederación de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental en Canarias (Feafes), explica que la peor parte se la llevan los habitantes de Gran Canaria, Fuerteventura y La Palma, donde "el aumento de la patología es notable y los recursos son insuficientes".

En este sentido, los afectados consideran que las actuales dotaciones a nivel de recursos humanos y de infraestructura son irregulares y heterogéneas de unas islas a otras e incluso dentro de la misma área de salud.

Además, manifiestan que se está llegando a un grado de deterioro en las que las Unidades de Salud Mental carecen de los "espacios adecuados" para desarrollar de forma eficiente y de calidad su labor asistencial. Pese a que han puesto en conocimiento de la Consejería esta situación, Mendoza revela que ésta no ha hecho nada al respecto.

Asimismo, la organización ve necesario que haya una mayor coordinación entre Salud Mental y Atención Primaria especialmente en beneficio de los pacientes con trastorno mental grave, ya que el papel de los centros de salud es "vital" para esta tarea.

Así se recoge en un documento conjunto firmado por la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría (ACN) y Feafes, que integra a ocho asociaciones: Atelsam y Afes de Tenerife; Afaes, Afe-Sur y Espiral de Gran Canaria; El Cribo de Lanzarote; Afem de La Palmas; y Asomasamen de Fuerteventura.

Los familiares piden una mayor implicación en la organización y planificación de Sanidad porque entienden que en ese sentido existe "un vacío" y que lamentablemente "estamos volviendo a la situación de los años 80".