Para los amantes de la astronomía, es un momento perfecto para mirar al cielo desde Canarias. Desde el pasado diciembre, el cometa Lovejoy se encuentra surcando el firmamento y su trayectoria fue captada el pasado fin de semana desde el Observatorio del Teide, en Tenerife. El pasado 7 de enero tuvo su máxima aproximación a la Tierra y el 30 de enero pasará por el punto de su órbita más cercano al Sol.

El cometa es visible en el Hemisferio Norte desde finales de diciembre, aunque las condiciones de observación son óptimas desde este lunes, coincidiendo con la disminución del brillo de la Luna. El núcleo se puede distinguir a simple vista, mientras que para observar la cola (de color verde intenso) es recomendable usar unos prismáticos, aclara el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). El astrónomo Miquel Serra Ricart aclara algunas de las cuestiones relacionadas con el paso de este particular cometa:

-¿Quién lo descubrió? El cometa Lovejoy fue descubierto el 17 de agosto de 2014 por el astrónomo amateur australiano Terry Lovejoy (con un pequeño telescopio de tan solo 20 centímetros de diámetro), convirtiéndose en el quinto cometa que reporta.

-¿Qué es un cometa? Es un objeto del Sistema Solar compuesto, principalmente, por hielo y polvo, por lo que se le conoce como "bola de nieve sucia". Los cometas se mueven alrededor del Sol siguiendo órbitas muy elípticas, con periodos (tiempo que tardan en dar una vuelta alrededor del Sol) que van de unos pocos a cientos de miles de años. Cuando se acercan al Sol (perihelio), el calor derrite los hielos cometarios, desprendiendo gases y partículas de polvo que forman la cola del cometa, que puede medir más de un millón de kilómetros. La parte sólida de un cometa es el núcleo, cuyo tamaño oscila entre 10 y 40 kilómetros. Desde el punto de vista astronómico el estudio de los cometas es muy interesante, pues son fósiles de la formación del Sistema Solar y, por tanto, contienen información de la génesis de los sistemas planetarios. Si, además, el cometa proviene de la Nube de Oort (como es el caso del cometa Lovejoy), el interés científico es mayor, pues suelen ser cometas nuevos que contienen material primigenio y sin procesar de la nube original (nebulosa solar) que formó el Sistema Solar.

-¿Cuáles son las características del cometa Lovejoy Es un cometa con origen en la Nube de Oort, aunque no es la primera vez que visita el cielo del planeta. Los últimos cálculos indican que tiene una órbita estable, muy inclinada respecto de la elíptica, con un periodo de revolución de 8000 años. El último cometa visible a simple vista fue el cometa ISON. Estadísticamente, cada dos años un cometa con brillo similar al de Lovejoy atraviesa el firmamento canario. La máxima aproximación a la Tierra (perigeo) se produjo el 7 de enero, pasando a 70 millones de kilómetros (182 veces la distancia Tierra-Luna). La máxima aproximación al Sol (perihelio) se producirá el 30 de enero 2015, pasando a 193 millones de kilómetros (el planeta orbita a 150 millones de kilómetros).

-¿Cómo observarlo? Desde finales de diciembre de 2014, el cometa es visible en el Hemisferio Norte alrededor de la media noche, aunque la Luna llena ha dificultado su observación. Es desde ayer, coincidiendo con la disminución de brillo lunar (la luna nueva es el 20 de enero), cuando las condiciones de observación del cometa sean óptimas. Será visible desde la puesta de Sol, y lo más importante es situarse en un lugar oscuro. A simple vista será posible distinguir el núcleo del cometa, mientras que para observar la cola (de color verde intenso) es recomendable usar unos pequeños prismáticos.

-¿Por qué presenta un aspecto verdoso? El cometa proviene de la Nube de Oort, una región esférica que rodea el Sistema Solar a una distancia media del Sol de un año-luz. A esa distancia la radiación solar es mínima, alcanzando temperaturas de -260 grados, por lo que todos los compuestos volátiles de los cometas se encuentran en estado sólido. Al acercarse al Sol las temperaturas aumentan progresivamente y los gases subliman, arrastrando polvo y formando una atmósfera alrededor del cometa (coma) y, posteriormente, una cola. La luz solar reflejada en las partículas de polvo que componen la coma y cola provoca el color, además de la emisión por fluorescencia de los gases que componen la coma.