La Policía Nacional ha pedido este miércoles a los ciudadanos que desconfíen de mensajes de secuestros, sobre todo de niños, que aparecen con frecuencia en redes sociales, y ha solicitado que sólo se haga caso de fuentes oficiales.

En un comunicado de la Policía Nacional se explica que en fechas recientes se han esclarecido dos supuestos intentos de secuestro de dos adolescentes en el municipio tinerfeño de Adeje, porque en realidad nunca ocurrieron. Reclama la Policía Nacional la "desconfianza racional" ante ese tipo de mensajes, así como que se atienda a fuentes oficiales y no se reenvíen informaciones alarmistas de perfiles desconocidos, como algunas de las medidas de prevención para evitar que se propaguen bulos en redes sociales.

Los bulos más recurrentes está relacionados con supuestos secuestros de niños, calcomanías impregnadas con LSD o colonias que duermen a quien las inhala. La Policía Nacional comenta que el pasado 15 de enero un padre denunció que su hijo de catorce años había sufrido un intento de secuestro en las cercanías de un conocido hotel de Tenerife, en la zona de San Eugenio bajo. El supuesto autor sería una persona que llevaba un vehículo de tamaño medio de color negro del cual se bajó para abordar al menor, quien huyó del lugar, según la denuncia. Pero, una vez realizadas las investigaciones los agentes demostraron que los hechos eran totalmente falsos, extremo que reconoció el menor, acompañado de su padre, al día siguiente en comisaría.

Agrega que el 20 de enero otro padre denunció que su hijo de 12 años había sufrido un intento de secuestro también en Tenerife, en las inmediaciones de la Avenida El Madroñal. Un individuo con gafas de sol y la cara tapada habría conminado el menor a que se acercara cuando esa supuesta persona estaba junto a una furgoneta blanca, por lo que el menor ante tal hecho habría huido del lugar a la carrera.

La investigación sirvió para que el menor manifestase que los hechos pudieran no ser como los había contado en el relato inicial, producto de la sugestión que tenía al haberse enterado del posible secuestro anterior al hablar con otros compañeros de instituto. También reconoció el menor que probablemente las personas que se hallaban en las inmediaciones de la furgoneta blanca era posible que hablasen entre ellos y no se dirigían a él.