Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cassidy Gifford.LP/DLP

Cine La horca

Miedos que no dan miedo

Con una estructura hoy habitual en el terror adolescente, La horca abre con una representación teatral de un instituto de Nebraska, donde uno de los protagonistas fallece ahorcado por un accidente. Esto desencadena que, veinte años más tarde, este espíritu comience a aparecer por el mismo lugar con ganas de venganza.

La horca, con su reparto de actores jóvenes, su estructura de falso documental (de terror) o su bajo presupuesto, indica que ya se asume que el público es capaz de comprender una narrativa tan compleja. Esta sería su principal baza, que le ha ayudado a recaudar casi 32 millones de dólares hasta la fecha con un presupuesto de poco más de 100 mil.

En cambio, poco se puede decir del resto, salvo a los ultras del género. Deslavazada y poco afortunada, no dispone de ese encanto ni de ese saber hacer de los cineastas encargados de El proyecto de la bruja de Blair o de la española REC. Se queda La horca en un par de sustos y, cómo no, en una sorpresa final que, a base de sorpresas semejantes en filmes semejantes, ni es sorpresa ni es nada.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.