La preocupación de la Unión Europea ante las altas tasas de obesidad infantil es el detonante del proyecto Salud Escolar y Bienestar (Pupil Health & Well-Being), una iniciativa que ha emprendido la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, junto a Universidades de Reino Unido y Grecia, y seis centros escolares canarios, londinenses y de Tesalónica, dentro del programa Erasmus+ (KA2). El objetivo es formar al profesorado de Primaria y Secundaria en la tarea de educar a personas "sanas y felices". "Modificar e innovar la práctica educativa para el desarrollo de unos mejores ciudadanos europeos".
Así lo afirmó ayer el profesor Antonio Almeida, coordinador del proyecto por la ULPGC, en el acto de presentación del mismo celebrado en el Campus de Humanidades con la presencia del rector de la Universidad de Las Palmas, José Regidor, el director general de Universidades del Gobierno de Canarias, Ciro Gutiérrez, y la Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la ULPGC, Rosario Berriel.
Almeida, profesor del Departamento de Educación y vicedecano de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la ULPGC, adelantó que cada socio del proyecto trabajará para crear una herramienta educativa conjunta dirigida a crear hábitos saludables desde la infancia en el ámbito educativo. "Sobre todo vamos a trabajar con los profesores de Primaria y Secundaria, implementando buenas prácticas educativas, donde no sólo se contempla una alimentación sana y actividad física, sino valores como el respeto a la diversidad, a la cultura, a las personas con discapacidad (otras capacidades). En definitiva, fomentar el desarrollo integral de la infancia".
En la primera fase del proyecto Salud Escolar y Bienestar, cada Universidad socio (South Bank y Goldsmiths de Londres, Aristotle de Grecia y la ULPGC de España), elaborará dos módulos de un total de seis que englobarán la herramienta didáctica final.
En el caso de la ULPGC, cinco profesores de los Departamentos de Educación (3), Didácticas Especiales (1) y Educación Física (1), trabajarán en dos módulos: uno referente al desarrollo del entorno, de forma que la educación del niño no sólo se quede en la escuela sino que abarque su comunidad, familia, barrio...; y el otro, incorporar la actividad física como elemento de reconocimiento de todos los valores (culturales, de género, otras capacidades...). "Queremos utilizar la actividad física como hilo conductor para integrar en primaria y secundaria el respecto hacia otras culturas, hacia otras personas con algún tipo de discapacidad o hacia la construcción de género. Para ello vamos a utilizar, por ejemplo, los juegos tradicionales, las danzas...".
En un principio se implementará en dos centros de cada país, aunque la intención es extenderlo posteriormente al resto de escuelas e institutos europeos. En el caso de España, los centros pilotos son el Colegio Claret y el CEIP de Marpequeña en Gran Canaria con unos 1.500 alumnos en total. "Vamos a formar al profesorado de los dos colegios nuestros, principalmente los de materias como Educación física, Educación para la Ciudadanía o Ciencias Naturales. La idea es que ese proyecto, dividido en seis módulos, tenga el armazón teórico y práctico para implementarlo en todos los centros. En nuestro caso, queremos que una vez se haga en el Claret y en el Mar Pequeña, ver los resultados e intentar que a través de la Consejería se empiece a desarrollar esa formación en todos los colegios de la Isla, para intentar aplicar ese nuevo modelo, que se incorporará en el currículum de esas asignaturas", adelantó el profesor Almeida.