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El volcán que inyecta vida a las aguas de El HierroJAVIER MARTÍN / INSTITUTO ESPAÑOL DE OCEANOGRAFÍA

Cinco años de la erupción submarina

El volcán que inyecta vida a las aguas de El Hierro

El Mar de Las Calmas recupera e implementa su ecosistema a velocidad de vértigo gracias a la fertilización continua del 'Tagoro'

"Tenemos la manía de no querer asimilar que vivimos en un Archipiélago volcánico, y que esto es así, es la vida. Los volcanes nos han dado la vida, y es un proceso natural".

Es la reflexión de Eugenio Fraile, investigador titular del Instituto Español de Oceanografía (IEO), e investigador principal de los proyectos Bimbache, Vulcano I-II y Vulcana para los estudios del volcán submarino de la isla de El Hierro. Una autoridad en la materia que a día de hoy, cinco años después de que se manifestará el volcán submarino de El Hierro, no deja de felicitarse por la oportunidad excepcional, casi única, de poder trabajar en este laboratorio natural que con el nombre de Tagoro ha devuelto y enriquecido la vida a estas aguas.

El magma que destruye todo a su paso termina por enriquecer notablemente el ecosistema marino muy por encima de su estado primigenio. Esto se ha manifestado en El Hierro. "Gracias a toda la investigación que se ha realizado en este tiempo se ha constatado que el volcán ha ayudado a la regeneración del Mar de Las Calmas, y a la mejora incluso de la situación magnífica que tenía estas aguas" antes del 10 de octubre de 2011.

El proceso eruptivo, localizado a 1,8 kilómetros al sur de La Restinga y a una profundidad de 400 metros por debajo de la corteza oceánica, se dio por finalizado a principios de 2012 tras cinco meses de actividad, si bien la sismicidad y la intensidad del tremor -indicador que refleja el movimiento del magma- fueron remitiendo en los primeros días de diciembre de 2011, después de registrarse unos 12.000 temblores de distinta intensidad desde el 17 de julio de este mismo año.

"Estos cinco años del volcán Tagoro han sido de una importancia muy grande para la oceanografía, a nivel mundial", explica Eugenio Fraile. "Hablamos de un hecho histórico para la comunidad científica internacional, y prueba de ello es que trabajando en el volcán submarino hemos tenido con nosotros a equipos americanos y alemanes, franceses, etc..., todos interesados en participar, y nos han facilitado tanto instrumentación para nosotros anclar en el volcán e incluso minisubmarinos para poder ver y recoger muestras".

El investigador del IEO recuerda ahora que la situación de emergencia ante un fenómeno geológico de esta magnitud -el último episodio volcánico en Canarias fue el Teneguía en La Palma, de tipología distinta a éste, en 1971 y se mantuvo activo durante 24 días entre el 26 de octubre y 18 de noviembre- generó cierta alarma por el desastre ecológico en el Mar de Las Calmas. Una aseveración que no comparte por razones obvias. "En un primer estado, el volcán aniquiló un elevado porcentaje de la flora y de la fauna del ecosistema marino, y todo el mundo era muy pesimista, con declaraciones alarmistas que tachaban de desastre ecológico ante la situación que se había creado en El Hierro, pero el equipo científico de Vulcano nunca habló en estos términos, lo vimos como un hecho muy positivo, el mismo origen de la vida", puntualiza el investigador.

Es más, en su opinión, "ahora mismo la comunidad canaria tiene en su poder un laboratorio natural para estudiar cómo se comportaría un ecosistema marino, no cualquiera, sino un ecosistema único con una diversidad como la que tiene el Mar de Las Calmas". El Hierro y su criatura submarina Tagoro "tienen muchos factores que convierten en única la serie temporal que tenemos", destaca el investigador del IEO. "El volcán inyectó y sigue inyectando nutrientes a día de hoy, una gran cantidad de hierro bioasimilable, y lo que está haciendo es un proceso de fertilización constante sobre el Mar de Las Calmas". Un proceso que posibilita que "el primer nivel trófico se recupere a una velocidad incluso superior a una situación normal y distinta de no haber estado el volcán".

Cambio climático

Las aguas herreñas, sus fondos, especies y flora, son un espectáculo mayúsculo que nunca antes se había visto. El aporte de Tagoro es el culpable de esta bondad. Según detalla Eugenio Fraile, "tenemos un fitoplacton y zooplacton, ese primer nivel que soporta toda la cadena alimenticia del océano, que está muchísimo mejor que en condiciones normales, más colorido, de tamaño más grande, con mayor biomasa".

Además, las investigaciones de otros equipos sobre cetáceos o tiburones, revelan que han vuelto determinadas especies que hacía años que no se tenía noticias . "¿Por qué?", se cuestiona Eugenio Fraile, porque "la vida en el Mar de Las Calmas está mucho mejor".

La regeneración del medio marino y los resultados de las distintas campañas, han permitido establecer mediciones de "cómo se comporta este ecosistema ante una situación de cambio climático futuro", y que en la actualidad "se está dando de manera conjunta y en un entorno real, nada de laboratorio, en una situación de calentamiento, descalcificación y desoxigenación del océano, que son los tres los factores del cambio climático".

El volcán submarino es único y con unas singularidades que no se dan en ninguna otra región del mundo. En este sentido, Eugenio Fraile recuerda que "este volcán ha sido monitorizado y estudiado mucho antes de que saliese". El Instituto Español de Oceanografía lleva más de treinta años trabajando en la isla de El Hierro y en la reserva marina. "Antes de todo el proceso conocíamos perfectamente la zona, y durante el episodio sismo volcánico estuvimos allí, es algo que nunca ocurre. Hay muchos volcanes en el mundo que salen en mitad del océano y allí no se tiene información alguna".

Los datos fruto de las campañas del IEO en El Hierro se han cobrado al menos cuatro artículos en "las mejores revistas científicas, como Nature y Plos One, que se dice pronto", puntualiza Fraile. Todo un espaldarazo a este equipo científico. Al trabajo del Oceanográfico en esta zona hay que sumar otros organismos e instituciones que han colaborado y lo siguen haciendo, como es el caso del Grupo de Investigación de Química Marina del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la ULPGC, que dirige Magdalena Santana, que en colaboración con el Instituto Geomar de Alemania que facilitó el minisubmarino Jago para hacer el muestreo y estudio más cercano a núcleo del volcán.

" Seguimos yendo al volcán dos veces al año para seguir la evolución", afirma Fraile. La próxima salida será este sábado 15 de octubre.

"Vamos de nuevo a coger muestras de sustrato. Las que tomamos hace dos años evidencian una colonización importante de organismos ligados al fondo, que era virgen, ahora hay pequeñas especies que están poblando las rocas, y con la siguiente campaña se verá como ha evolucionado en estos dos años".

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