El sistema patentado por Ángel Ramos de Miguel, Juan Carlos Falcón y Ángel Manuel Ramos en la ULPGC para mejorar la cirugía del implante coclear, es un ejemplo de la importancia de proteger los resultados de investigación a través de la propiedad industrial e intelectual. Así, la patente presentada en octubre de 2016, fue transferida a una empresa multinacional, y el resultado final de la misma, que es el producto comercial, fue presentado ayer en Israel.

Así lo indicó ayer el doctor Ángel Ramos, durante la presentación del sistema denominado Método para la detección automática de Fold-Over en implantes de portaelectrodos mediante matriz de potenciales, en la Patents Week que se celebra en el Museo Elder.

Esta patente se refiere a procedimientos para detectar sobre qué electrodos se ha producido un Fold-Over (doblamiento) y determinar el área afectada durante el proceso de instauración de un implante coclear, un dispositivo de estimulación eléctrica de las fibras nerviosas del oído interno. Así se recupera la audición perdida o ausente, y es a través de esta invención como se garantiza que la bobina magnética que se inserta en la cóclea pueda quedar correctamente colocada en la primera intervención quirúrgica.

Se trata de un sistema para la simulación del oído interno, porque muchos de los problemas que tiene el implante coclear durante la cirugía, es que no se coloca de forma adecuada en la cóclea y ello supone tener que volver a operar a un paciente. "Hemos diseñado un sistema automático de detección del buen funcionamiento y colocación del implante en el mismo acto quirúrgico, de forma que cuando lo colocas, sabes sobre la marcha si está bien o si tienes que volver a colocarlo correctamente", explicó el profesor Ángel Ramos.

Entre sus ventajas, no sólo mejora la calidad del paciente que no tiene que volver a someterse a una operación, sino que evita duplicar el gasto quirúrgico.

El procedimiento ha sido un éxito, se patentó en 2016 y en 2017 se transfirió, fue comprado por una compañía internacional, que curiosamente presentaba ayer en Israel, el producto comercial que avala la patente, país al que se trasladó parte del equipo de investigación que la desarrolló en la Universidad de Las Palmas.