Dos consultas médicas en urgencias en sendos días consecutivos, con alta en un cuarto de hora sin apenas reconocimiento en la segunda visita, y fallecimiento en la jornada siguiente. La viuda y los tres hijos de Bernardo Arocha, de 65 años y vecino de la capital grancanaria, demandan a las empresas Hospitales San Roque y Segurcaixa Adeslas por la presunta asistencia sanitaria inadecuada prestada durante tres fechas en la clínica de Vegueta con el resultado del fallecimiento del paciente.
Presentada a finales de julio por la vía civil en Madrid, la demanda de juicio declarativo ordinario ya se admitió a trámite en el Juzgado de Primera Instancia Número 7 de la capital española, pero se encuentra pendiente de una cuestión declinatoria interpuesta por la compañía aseguradora para su traslado a los tribunales grancanarios antes de la eventual citación para una primera audiencia previa y la posterior vista oral, informó la pasada semana el abogado de la familia Arocha Febles, Carlos Rojas-Marcos, antes de estimar en 18 meses la duración del proceso si se mantiene en la Península. Desde la clínica privada grancanaria declinaron valorar el caso para evitar la vulneración de la normativa de protección de datos de carácter personal con cualquier información sobre la intimidad del paciente, pero aportarán en sede judicial toda la documentación disponible para aclarar el suceso.
En concreto, María Ángeles Febles, de 63 años, junto a Víctor Manuel, Gloria Esther y Darinia Arocha, de 34 a 44 años y también vecinos capitalinos, reclaman a las dos empresas 250.761,73 euros por la muerte de su marido y padre, respectivamente, como indemnización por daños morales, de acuerdo al baremo establecido para los accidentes de tráfico en la Ley de Contratos de Seguro y fijado como jurisprudencia para asuntos diversos como las responsabilidades sanitarias. En su opinión, con asistencia jurídica de Rojas-Marcos, los médicos que atendieron a su familiar cometieron "una vulneración de la lex artis ad hoc, al no tratar adecuadamente al paciente".
Extrabajador de Correos, Bernardo Arocha padeció un infarto agudo en 1996 antes de recibir un diagnóstico de miocardiopatía dilatada por cardiopatía isquémica y someterse, entre otras intervenciones quirúrgicas anteriores, a un trasplante de corazón en 2008, circunstancias que motivaron la concesión de una incapacidad laboral permanente a los 42 años. Además, el esposo de María Ángeles Febles y padre de los tres hermanos Arocha sufrió un accidente de tráfico con contusión cardiaca a finales de 2016, según relata la demanda.
Como usuario de una póliza de seguro, el malogrado pensionista acudió al servicio de urgencias de la calle Dolores de la Rocha 3 durante la mañana del pasado 5 de marzo con disnea, es decir, una dificultad respiratoria. De acuerdo al informe firmado por dos especialistas en medicina interna de hospitales madrileños, "no se hizo un estudio adecuado" para establecer la gravedad de la falta de aire y se realizó un "diagnóstico incorrecto de miocardiopatía dilatada (...), por lo que se dio de alta al paciente sin profundizar mínimamente en la causa que originó la disnea".
Tras una interpretación de las pruebas complementarias "del todo inadecuada", según el documento pericial, la asistencia de la clínica no valoró una "una disnea aguda y de causa desconocida, dejando necesariamente al paciente en observación para comprobar su evolución (si no ingresado)", por lo que remitió "inadecuadamente" a Bernardo Arocha "a consultas de cardiología, dejando de atenderse el cuadro patológico agudo y en consecuencia urgente". De hecho, el paciente regresó a las urgencias de Vegueta durante la tarde del día siguiente sin que se practicaran las pruebas complementarias y se mantuviera en observación las horas protocolarias, según el mismo informe, con un dictamen de "dolor torácico al respirar, lo cual no es una patología en sí, sino los síntomas por los que acudió el paciente, obviando los facultativos la más mínima preocupación en establecer un diagnóstico".
A pesar de detectarse en la exploración física un soplo sistólico, "cuya causa debió mínimanente investigarse", Bernardo Arocha "fue dado de alta incomprensiblemente, a los 15 minutos de entrar en el servicio de urgencias sin haberse recogido siquiera los signos vitales: tensión arterial, frecuencia cardiaca, respiratoria, temperatura y saturación de oxígeno". Finalmente, el marido de María Ángeles Febles y padre de los tres hermanos Arocha falleció en su domicilio a primera hora de la mañana del 7 de marzo de 2018 sin responder a la maniobras de reanimación del personal sanitario trasladado a bordo de dos ambulancias.
Según la demanda de la familia Arocha Febles, "existe un inadecuado diagnóstico y tratamiento en las asistencias prestadas, así como una inadecuada interpretación de la clínica presentada y las pruebas complementarias realizadas, lo que determinó la imposibilidad de tratamiento adecuado del paciente, pérdida de oportunidad terapéutica, y en consecuencia el fallecimiento".
