Microplástico, la voz que designa los pequeños fragmentos de plástico que se han convertido en una de las principales amenazas para el medioambiente y la salud de los seres humanos, ha sido elegida palabra del año 2018 por la Fundéu BBVA.

Tras elegir escrache en 2013, s elfi en 2014, refugiado en 2015, populismo en 2016 y aporofobia en 2017, el equipo de la fundación ha optado en esta ocasión por microplástico, un término que pone el acento en la toma de conciencia en torno a uno de los grandes problemas medioambientales a los que se enfrenta la humanidad.

Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico (menores de cinco milímetros) que o bien se fabricaron ya con ese tamaño para ser empleados en productos de limpieza e higiene, o bien se han fragmentado de un plástico mayor durante su proceso de descomposición. La presencia de los microplásticos en la arena de las playas, en los organismos de los animales, en la sal marina que consumimos y hasta en el agua ha hecho "saltar las alarmas" y ha obligado a poner en marcha medidas para reducir el consumo de los plásticos de un solo uso, responsables en buena parte del problema.

"Cuando hace unas semanas empezamos el proceso para elegir las doce candidatas a palabra del año, nos encontramos con que la mayoría de los términos que nos parecían más adecuados para definir de algún modo el año que acaba eran del ámbito social ( mena, los nadie, micromachismo) o del medioambiental ( microplástico, descarbonizar, hibridar)", explica el director general de la Fundéu BBVA, Joaquín Muller.