"Nosotras trabajamos todo el año. Y todo el año merecemos estar ahí", declara la artista Pilar Rodiles, una de las 23 creadoras de Canarias que integran el proyecto itinerante Hoy no es 8 de marzo, que se exhibe en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología con vocación de subvertir la excepción que constituye la presencia de las creadoras en las programaciones y exposiciones artísticas y que el sueño de la igualdad se convierta en norma. Su apertura de puertas ayer es una declaración de intenciones que se manifiesta desde el mismo título para reivindicar, más allá del marco del 8-M Día de la Mujer, la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual los 365 días, tal como reivindica el colectivo ArteMisia. Mujeres+Arte.
"Las mujeres debemos circular en todas las exposiciones igual que lo hacen los hombres y todavía queda mucho que trabajar en ese sentido", declaró ayer la historiadora del Arte y gestora cultural Laura Teresa García Morales, comisaria de este proyecto, quien destacó a su vez que "el mensaje implícito en esta exposición es extensible a cualquier otro ámbito, aunque aquí nos centremos en el canal de las artes plásticas".
Sin embargo, la materialización de este proyecto tras varios meses de trabajo coincide con el alarmante retroceso en materia de igualdad en la pasada edición de ARCO, en cuyos pabellones se exhibieron las obras de solo un 26% de mujeres, de las que el 6% fueron mujeres españolas, lo cual retrotrae a la gran feria de arte contemporáneo de España a niveles inferiores a los de hace una década, según los datos recopilados desde la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales (MAV).
Paneles
La propuesta expositiva de Hoy no es 8 de marzo se distribuye a lo largo de 23 paneles que iluminan la trayectoria de esta misma nómina de creadoras canarias inscritas en distintas épocas, desde los años 50 hasta el presente, que han fraguado un discurso creativo propio a través de lenguajes, perspectivas y soportes a la sombra de un canon androcéntrico que todavía las desplaza. "A pesar de que la historia de las grandes artistas no deja de ser la historia de las excepciones, resulta alentador descubrir que existen nuevas referencias de la excepcionalidad femenina que salen a la luz tras décadas de silencio", expone la comisaria. "Ante esta problemática, lo importante no es sólo rescatar la obra de mujeres marginadas, sino analizar por qué han sido discriminadas; en qué medida la historia del arte ha contribuido a formar esa construcción de la diferencia sexual y, sobre todo, cómo han vivido las mujeres esa construcción a través del tiempo".
Las artistas que integran la muestra son Ana Beltrá, Carmen Cologan, Chelín Reino Sarmiento, Ana de La Puente, Conchy Rivero, Ana Luisa Benítez, Cristina Martel, Elvireta Escobio, Fabiola Ubani, Idaira del Castillo, Jane Millares Sall, Laura González Cabrera, Lola Massieu, Maribel Nazco, Mariví Gallardo, Marta Mariño, Mercedes Mirazo, Nadia Brito, Pilar Rodiles, Pino Ojeda, Rufina Santana, Valme García y Yolanda Graziani. Cada panel constituye una ventana a la mirada de cada artista, que descubre una fotografía personal, una obra representativa y una píldora informativa sobre su trayectoria que, además, puede ampliarse a través de un código QR, que redirecciona al espectador a las páginas web de las artistas o, incluso, a documentales personales, como en el caso de Pino Ojeda, de quien se exhibe el documental La habitación del fondo.
"Desgraciadamente, muchas personas van a escuchar o ver estos nombres por primera vez", lamentó la comisaria, quien destacó a su vez que "estos 23 nombres de artistas son solo la punta del iceberg de la cantidad ingente de creadoras en Canarias ligadas a la cultura, la pintura, la literatura, la poesía, el cine, las artes escénicas, y espero que tengamos ocasión de seguir trabajando para poner sus nombres bien visibles".
A su juicio, "este es un trabajo que sigue siendo necesario, porque adolecemos aún de un problema que tiene una base cultural y educacional". Por esta razón, el objetivo es que este proyecto, auspiciado desde el área de Promoción Cultural del Gobierno de Canarias, dirigido por Aurora Moreno, recorra los centros educativos de las islas, pues "solo se puede producir ese cambio de mentalidad a través de la educación, no solo reglada, sino como sociedad", en palabras de la directora, con el afán de que este ejercicio de visibilización transmigre por fin a los libros de texto y que las nuevas generaciones descubran las obras de las creadoras junto a las de sus homólogos masculinos.
Documental
Este mosaico de voces creativas se complementa con el documental Más luz, que compila los testimonios artistas y gestores culturales en torno a la problemática de género y la desigualdad de condiciones en el terreno del arte y la necesidad de invertir en investigación y en educación para corregir un canon que, como el relato de la Historia del Arte, no es neutral. "Ella quisiera soltar la mochila que le endosaron sin querer / solo por ser mujer", canta la artista Ana Beltrá al comienzo del documental, en el que también participan Orlando Britto, director del CAAM; Nira Santana, artista plástica, diseñadora de videojuegos y activista; Pilar Rodiles y Cristina Martel, artistas plásticas; Cristina R. Court, conservadora del CAAM; Pedro Lezcano, artista plástico; y Aurelia Gil, diseñadora de moda.
A este respecto, Court defiende la urgencia de invertir en investigación, puesto que "los imaginarios se construyen no a partir de la argucia institucional de un día, que se denomina Día de la Mujer sino que tiene un calado mayor". Se trata de "una problemática estructural que implica que no ha habido percepción ni educación para percibir correctamente la producción artística", toda vez que "con el desarrollo de la posibilidad de que la mujer se haya incorporado a ese archivo del conocimiento, sin ningún tipo de complejo de género, nosotros tenemos el deber de ponerlas en valor, redimensionándolas; y por eso hay que invertir en investigación: para completar el canon artístico correctamente".
Por su parte, Santana aclara que "las personas dedicadas a conseguir una igualdad de oportunidades en el mundo del arte queremos dejar de ser activistas, y poder crear e investigar otras cuestiones que no sean si las administraciones cumplen o no con su labor. No estamos buscando culpables, sino responsables de que las cosas cambien". En esta línea, recuerda que "aplicar la perspectiva de género o feminista en un centro de arte no es solo cuestión de cuotas de hombres y mujeres, sino de abordar todos los aspectos que conciernen al museo y a la presencia de las mujeres".
