El austríaco Peter Handke, (Griffen, 1942), ganador del premio Nobel de Literatura 2019, es uno de los escritores en lengua alemana más originales y exitosos de la segunda mitad del siglo XX y, sin duda, el más polémico por su postura proserbia en las guerras de los Balcanes en los años 1990.

Handke, nacido en la región austríaca de Carintia de una madre de minoría eslovena y un padre alemán, estudió derecho en Graz, aunque pronto se consagró a una vocación literaria que le ha llevado a escribir teatro, poesía, relato, novela, guión, ensayo y libros de viaje. El polifacético escritor, que sigue cultivando su aspecto de dandy, con el pelo largo peinado hacia atrás, bigote, perilla y gafas, vive desde hace más de 25 años en las afueras de París.

Caminante infatigable y amante del silencio, ha viajado en numerosas ocasiones por España y en sus obras aparecen referencias a esas experiencias y a la literatura española. Así, por ejemplo, Ensayo sobre el cansancio (1989) lo escribió en Linares; Ensayo sobre el jukebox (1990), en Soria; y la novela En una noche oscura salí de mi casa sosegada (1997), hace referencia a un conocido poema de San Juan de la Cruz. La geografía española también aparece reflejada en La pérdida de la imagen o Por la sierra de Gredos o Los hermosos días de Aranjuez.

Soledad y desarraigo

Desde sus primeros escritos su obra giró alrededor de la fragilidad del lenguaje, la dificultad de la comunicación humana, el sentido de la existencia, la soledad y el desarraigo. Conocido en sus inicios por su irreverencia y su espíritu provocador, la primera obra como dramaturgo fue Publikumsbeschimpfung ( Insultos al público, 1966), en la que cuatro actores analizan la naturaleza del teatro y se dedican a insultar al público y a elogiar su actuación.

La obra fue un escándalo y expuso el afán vanguardista de Handke, que exploró esa faceta en otras piezas, entre ellas Kaspar (1968), Su consagración llegó con su novela más conocida: El miedo del portero ante el penalti (1970), de tono existencialista, en la que se relata la historia del antiguo guardameta Josef Bloch, después de ser despedido de su trabajo como mecánico. La novela fue llevada al cine por su amigo el director alemán Wim Wenders, con quien ha realizado seis proyectos, como el guion de El cielo sobre Berlín (1987).

La última colaboración ha sido Los hermosos días de Aranjuez (2016), basada en una obra teatral homónima y con título sacado del Don Carlos de Friedrich Schiller.

En otro de sus grandes títulos, Desgracia impeorable (1972), Handke recrea la vida y el suicidio de su madre, a los 51 años, con un lenguaje austero en el que es considerado el mejor texto para introducirse en el universo del autor.

Otras novelas destacadas son Carta breve para un largo adiós (1972), La mujer zurda (1976), El chino del dolor (1983), La tarde de un escritor (1987) o El año que pasé en la bahía de nadie (1994).

Al igual que otros grandes escritores austríacos, como Thomas Bernhard o la Nobel Elfriede Jelinek, Handke ha tenido una relación tortuosa con su país, que abandonó a finales de los 80 para vivir en Francia. La polémica marcó la vida de Handke a partir de la publicación de Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Sava, Morava y Drina, o justicia para Serbia en 1996. Los críticos han considerado esa obra como un panfleto proserbio y algunos sostienen que llega a poner en cuestión el genocidio de Srebrenica de 1995. Handke ha negado que cuestionara o minimizara esa matanza.

La polémica creció años después con su defensa del autoritario presidente serbio Slobodan Milosevic, a quien visitó en su cárcel de La Haya en 2004 y en cuyo entierro habló en 2006. En un ensayo en 2005, Las Tablas de Daimiel, negó la legitimidad del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia para juzgar a Milosevic. La concesión del Premio Heine, en 2006, desencadenó la polémica en Alemania. Handke renunció al premio y en 2014 también rehusó al Ibsen tras otra polémica en Noruega.