El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha celebrado este miércoles, 30 de octubre, una actividad enmarcada en las aulas educativas del Aula de Pacientes Doctor Negrín y dirigida a escolares centrada, principalmente, en conocer los consejos básicos para aprender a salvar a una persona que se encuentra en situación de parada cardíaca. Alrededor de 100 escolares participaron en esta iniciativa en la que también pudieron practicar la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica con maniquís, bajo la supervisión de profesionales del centro hospitalario.

Antonio García, facultativo del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, y Daniel Ariza Lara, enfermero del mismo centro, explicaron a los jóvenes participantes en esta iniciativa que cualquier persona puede ser testigo de una situación de parada cardíaca, y que pueden intervenir para ayudar. En Europa, cerca de 40.000 personas sufren cada año una parada cardíaca súbita. Por este motivo, es importante ser capaz de identificar los signos y aplicar las maniobras que pueden ayudar a salvar vidas, entre ellas la respiración boca-boca y las compresiones torácicas. Las maniobras de RCP, iniciadas de forma precoz, aumentan la supervivencia y disminuyen el riesgo de padecer secuelas.

Los jóvenes descubrieron que ante una situación de urgencia, pequeños y sencillos gestos como colocar una mano sobre la frente y con la otra tirar del mentón hacia arriba de forma que se evite que la lengua impida el paso del aire a los pulmones puede resultar de mucha ayuda. También recibieron información sobre el uso de los desfibriladores semiautomáticos, que cada vez están más presentes en nuestro medio, fundamentalmente en centros públicos, donde hay una gran afluencia de personas (aeropuertos, recintos deportivos, colegios, hoteles, etc.).

Primera causa de muerte

En el marco de esta iniciativa, se recordó a los escolares que la patología cardiovascular es la primera causa de muerte en España, asociada a una disminución de la calidad de vida. No fumar, evitar el sedentarismo y llevar una vida más activa, además de seguir una dieta saludable, evitar el estrés, y controlar otros factores de riesgo como la diabetes o la hipertensión arterial, son algunas de las medidas con las que se intenta reducir la mortalidad por patologías cardiovasculares a menos del 25% hacia el año 2025.