La tormenta tropical Delta mutiló ayer (28 de noviembre de 2005), a las seis de la tarde, el Roque Partido de Agaete, popularmente conocido como Dedo de Dios y uno de los principales símbolos de la isla de Gran Canaria.

Un gran trozo del roque, el que le da aspecto de dedo, reposa ahora en el fondo del mar, causando una gran consternación en la villa, que lo tenía por anagrama del municipio. Su alcalde, Antonio Calcines, aseguraba momentos después del espectacular derrumbe y de la enorme polvareda que levantó, que fue observado por varios testigos, que el día de ayer era una de las jornadas "más tristes" que había vivido como alcalde, según informa María Josefa Monzón.

El edil aseguraba que, desde que la meteorología lo permita, realizará un estudio para ver qué medidas se podrían tomar para recuperar el icono, pero reconocía su gran dificultad.

El artista Pepe Dámaso, atrapado en Tenerife sin poder volver, aseguraba que "esto ya se veía venir" y que había caído un símbolo de Gran Canaria. Otras fuentes apuntaban que el tótem "estaba sentido".

Los efectos de la tormenta tropical Delta a última hora de la noche de ayer se sucedían a la misma velocidad de unas rachas que superaban los 100 kilómetros por hora en toda la franja norte, donde se pasó auténtico miedo. Desde La Aldea hasta Arucas, y en las Medianías, se cortaron carreteras, cayeron postes, ramas de árboles, bidones, las decoraciones navideñas de los centros urbanos, y el fluido eléctrico se perdía por comarcas enteras desde las siete de la tarde. Los teléfonos móviles dejaban de funcionar por momentos por culpa de esos apagones. La carretera del Norte, que anoche iba a comenzar su ampliación, era una simple vereda impracticable. Paradójicamente, y con unos vientos que rolaban aleatoriamente, el Sureste, en ese mismo momento, no sufría mayores incidentes, si bien se esperaba a que ya entrada la madrugada recibiera el grueso del temporal.

En el centro y en la cumbre también sufrieron los fuertes vientos, según informa Cristóbal Peñate. Las incidencias más importantes se centraron en la caída de ramas en la carretera de acceso al Centro que conduce por Valsequillo, San Mateo, Santa Brígida y Tejeda, que obligó a que operarios del Cabildo tuvieran que retirarlas para evitar accidentes en la vía. Los vientos, de gran velocidad, fueron racheados, no continuos, ya que aparecían con toda su fuerza durante un tiempo para luego retirarse y volver a soplar en otros momentos del día. Ello, sin embargo, no provocó grandes incidentes.

Por su parte, en el sur de la Isla, una farola destrozó un taxi en su caída la GC-2 quedó colapsada a última hora de la tarde y unos cables de alta tensión provocaron el caos en la avenida de Las Américas. Pero la noche, allí, se preveía larga, "muy larga", según informa Manolo Reyes.

Efectos

Dedo de Dios. Agaete, al menos hasta última hora de ayer, se llevaba la peor parte. Además de perder su símbolo -que también lo es de la Isla-, desde Las Nieves al Valle se vivió un auténtico vendaval con numerosas roturas, incluido un accidente en el Valle, y su puerto quedaba cerrado.

Comarca Norte. La misma tónica, aunque quizá con un poco menos de intensidad, vivió también la que, desde Gáldar, se denominaba una noche "de miedo". En ese municipio quedó inservible buena parte de su mobiliario urbano, el parque de Santiago fue precintado y el viento amenazaba la integridad de sus invernaderos. En Arucas se suspende el pleno para hoy, y volaron contenedores. En Firgas, Valleseco, Teror, Moya, Guía y La Aldea sufrieron numerosos cortes en las vías.

Comarca Centro. Los vecinos de algunas localidades del centro, como Santa Brígida, San Mateo, Tejeda y Valsequillo, también sufrían aunque con menor intensidad los embates de la tormenta, aunque se preparaban para pasar una "noche de perros", pero al cierre de esta edición aún no habían sufrido grandes incidentes.

Sureste. Algo parecido ocurría en Santa Lucía, Ingenio y Agüimes, pero los agricultores temían por sus invernaderos. En cualquier caso las previsiones apuntaban que en esa comarca caería con fuerza el mal tiempo.

Sur. Con unos vientos rolando al oeste y desde el sur, Mogán y San Bartolomé se preparaban con inquietud para pasar la noche.