El Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria ha realizado por primera vez una operación con una compleja técnica quirúrgica para tratar una infección de los tejidos cardíacos. La intervención se ha realizado a partir de una válvula de donante fallecido que se solicitó al Banco de Tejidos del Centro de Transfusión de Córdoba. Debido a la crisis sanitaria generada por la Covid-19, la gestión del traslado del tejido tuvo dificultades por las restricciones al transporte.

Esta es una intervención está indicada para tratar patologías como la endocarditis, entre otras, con especial incidencia en la población infantil y juvenil. Se utiliza, en primer lugar, una válvula propia, que es la válvula pulmonar, para sustituir a la válvula aórtica que está infectada, ya que la válvula pulmonar es gemela de la válvula aórtica y al cambiar su posición funciona prácticamente igual. A continuación, se procede a rellenar el hueco que queda en el lugar de la válvula pulmonar con otra válvula, en este caso una válvula de donante fallecido, denominado un homoinjerto. Cuando se trata de niños, esta cirugía mantiene el potencial de crecimiento, por lo que resulta muy apropiada. La válvula crece con el niño, al contrario que lo que ocurre con una prótesis. En el adulto joven, la importancia radica en que mantiene una fisiología natural de ambas válvulas, pudiendo prevenir complicaciones, además de tener un comportamiento óptimo para el ejercicio físico.