El elevado número de pruebas que se realizaron en Canarias para detectar a los posibles contagiados con coronavirus con el fin de controlarlos y evitar la propagación de la enfermedad resultó esencial para que las Islas pasaran a la fase 1. Así se desprende del informe publicado en la página web del Ministerio de Sanidad, que recoge que El Hierro, La Gomera y La Graciosa se adelantaron una semana no sólo al resto del Archipiélago sino también al resto de España no sólo por sus mejores indicadores epidemiológicos, sin también por tener una población reducida, una baja movilidad y una escasa conectividad con el exterior.
"Se ha realizado determinación de PCR y anticuerpos en trabajadores y residentes de todos los centros sociosanitarios públicos y privados", resaltan los informes de Sanidad, firmados el 3 de mayo en el caso de las islas menos pobladas que abandonaron antes la fase 0 y cinco días después, el 8 de mayo, para el resto del Archipiélago. Además, el refuerzo en recursos materiales y humanos fue otra de las claves a la hora de avanzar en la desescalada, así como los controles en los puertos y aeropuertos de las Islas.
