Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en el municipio más castigado por el rebrote de Covid-19 en las Islas. Y es que, a pesar del endurecimiento de las medidas de seguridad decretadas por el Ejecutivo autonómico para frenar la propagación del patógeno, los contagios no paran de crecer. Así, la capital grancanaria ya concentra 737 casos activos, lo que se traduce en el 46,5% del cómputo total de la comunidad autónoma (1.584) y en el 68,6% de los cuadros clínicos que cursan en toda la Isla (1.074). Con todo esto, Gran Canaria es, ahora mismo, la Isla que más contagios activos reúne. Si bien es cierto que no fue hasta el pasado 7 de agosto cuando superó a Tenerife en esta materia. Esa jornada, los casos activos quedaron cifrados en 269, de los que 149 se concentraban en Gran Canaria y 102 en Tenerife, mientras que el resto se repartía entre Lanzarote y Fuerteventura.

Los datos difieren en gran medida con los constatados al inicio de esta crisis sanitaria, pues Tenerife había sido la que aglutinaba el mayor número de pacientes aquejados del patógeno, estando localizados los principales focos -en función del lugar de declaración de los casos- en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna.

Lo cierto es que el aumento de los brotes no da tregua. Tal y como comunicó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias el pasado miércoles, las Islas ya suman un total de 33, en contraste con los 28 constatados solo una semana antes. Del total, 23 se localizan en Gran Canaria -14 en la capital- . De hecho, el más alarmante se produjo en una discoteca capitalina, en la que se detectaron 114 positivos -cuatro de ellos ya hospitalizados- , y otros 114 visitantes que permanecen en seguimiento.

Preocupación

El contexto preocupa a los profesionales sanitarios, y más aún al comprobar que la responsabilidad social es una asignatura pendiente, tanto para muchas de las personas que son sospechosas de padecer la afección, como para otras que ya tienen constancia de estar infectadas por el virus. Según alerta la administración sanitaria, cada vez son más los sujetos contagiados que deciden saltarse las medidas de aislamiento por no anotar sintomalogía asociada a la dolencia, un patrón que se repite en aquellos que están a la espera de conocer el los resultados de las pruebas PCR. La mayor parte de estas infracciones se ha registrado también en Las Palmas de Gran Canaria.

"Estamos viviendo estos actos con muchísima frustración, pues observamos que la población no está cumpliendo con las medidas de aislamiento que se les ordena", manifiesta Patricia Brito, subdirectora de Enfermería del centro de salud de Schamann.

En base a las palabras de la enfermera, son muchos los pacientes positivos que han sido encontrados transitando por las calles de la capital, o que han acudido al centro para someterse a algún tipo de prueba sin indicar que están contagiados. "El manejo de estas situaciones está siendo muy complicado para los sanitarios. Llevamos a cabo un triaje en la entrada del centro, y nos encargamos de preguntar a cada persona por su estado de salud. Sin embargo, algunas nos mienten para poder acceder al interior del edificio, y detectamos el engaño cuando el médico revisa el historial clínico del paciente para actualizar sus datos", lamenta Brito.

Cuando esto se produce, el protocolo pasa por alertar a Sanidad, que podrá expedientar el caso como un delito contra la Salud Pública, en función de la gravedad de cada asunto. "Estamos muy preocupados, porque no solo ponemos en riesgo nuestra salud, sino la de todas las personas que en ese momento están en el mismo espacio. A pesar de los meses tan duros que hemos vivido, parece que todavía hay personas no se han concienciado del peligro que tiene esta enfermedad", sostiene. "Solo en la última semana", prosigue la profesional, "hemos detectado nueve infracciones protagonizadas por personas que no respetan la cuarentena".

A su juicio, es imprescindible endurecer las sanciones que se pueden poner en práctica para castigar estas conductas. Además, aboga por incrementar las campañas de concienciación para solventar el conflicto. "Sin la colaboración ciudadana, no vamos a resolver nunca esta crisis. Muchos de los contagios podrían evitarse y creo que ha llegado el momento de ponernos serios", defiende.

Pero las infracciones se extrapolan también a la zona Sur de Gran Canaria. Según indica la directora de la Zona Básica de Salud de Mogán, María del Carmen Suárez, además de estar produciéndose una "saturación" en el servicio por la cantidad de pacientes que anotan un resultado positivo en los test PCR, "estamos detectando que muchos de los que están pendientes de conocer el diagnóstico acuden a los centros". Pero eso no es todo, pues durante los procesos de seguimiento a los pacientes, los sanitarios han comprobado que, parte de los afectados, "no se encuentra en sus domicilios cuando se les llama por teléfono".

En este sentido, el servicio comunicó que en el transcurso de 24 horas han llegado a detectar hasta tres infracciones como estas. "No es la primera vez que algún familiar de un paciente que debe estar en aislamiento nos dice que ha salido a la calle, o bien, que el supervisado responde y escuchamos mucho ruido de fondo. Algunos, incluso, dicen abiertamente que no van a estar esperando tanto tiempo para poder salir a la calle porque se encuentran bien", apostilla la doctora.

Asimismo, la especialista advierte que es "fundamental" seguir las recomendaciones marcadas por los diferentes centros de salud para detener los contagios. "Nuestra intención es volver a tener una vida normal, pero para eso la población tiene que colaborar. Todas las personas que hacen caso omiso a las indicaciones están poniendo en peligro la vida de mucha gente, y no lo podemos consentir", sentencia.