El Gobierno de Canarias reconoció ayer la imposibilidad de completar en el plazo previsto la financiación de las universidades públicas canarias contemplada en el contrato-programa firmado en 2008 para el periodo 2009-2013, debido a la crisis financiera y la imposición de recortes presupuestarios. En la actualidad la deuda suma ya unos 50 millones pero podría doblarse hasta llegar a los 100 millones de euros cuando expire el acuerdo en 2013.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad de La Laguna (ULL) han dejado de percibir en los dos últimos años con cargo a ese contrato 25 y 27 millones de euros, respectivamente, y en el actual escenario de crisis económica manejan la posibilidad de una deuda acumulada cuando expire el periodo de vigencia del acuerdo en 2013 de 50 millones de euros cada una.
El vicepresidente del Ejecutivo autonómico y consejero de Educación, José Miguel Pérez, afirmó ayer que es "imposible plantear para 2013 los objetivos propuestos" de financiación y abogó por "un escenario cronológico más largo" ante los rectores José Regidor (ULPGC) y Eduardo Doménech (ULL), con los que ayer mantuvo una reunión en la capital grancanaria.
Soluciones
En la segunda reunión del nuevo equipo de Educación con los rectores de las universidades canarias se abundó en el reconocimiento de los problemas de los centros y en la búsqueda de soluciones que pasan indefectiblemente por una redefinición del contrato programa.
En este punto, José Miguel Pérez habló de "cambio de criterios" en un acuerdo que, no obstante, no se enfrenta por primera vez a modificaciones porque los recortes de los últimos años han ido recomponiéndolo obligado por las necesidades y circunstancias de cada ejercicio.
Será de la negociación de la Consejería con las Universidades de la que parta el nuevo modelo. "El Gobierno no puede imponer, aunque podría hacerlo", subrayó Pérez, "una salida drástica, al margen de las universidades".
Regidor y Doménech coincidieron en destacar el enorme esfuerzo de las universidades canarias por adaptarse al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior y los nuevos títulos, que Pérez también reconoció y alabó, y se refirieron al reto del Campus Atlántico Tricontinental, impulsado por las dos universidades.
Pese al panorama sombrío ante los recortes, Pérez mostró su "absoluta confianza" en hallar una salida a los problemas de financiación.
