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Ciudadanos

La sacudida en Ciudadanos sitúa a Cantó como líder de los críticos con Arrimadas

El dirigente valenciano se enfrenta a la dirección nacional por la deriva del partido como ya ocurrió tras las elecciones catalanas

Toni Cantó esta mañana antes del pleno de las Corts con los diputados María Quiles, Mamen Peris y Fernando Llopis.

"Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros". En la única frase de la mañana que Toni Cantó parecía no llevar preparada y que lanzó durante su intervención en la sesión de control en las Corts valencianas al presidente, Ximo Puigpero que iba dirigida a la líder popular, Isabel Bonig, se puede entrever una parte de la posición en la que queda el líder autonómico de Ciudadanos tras el choque abierto con la dirección nacional de su partido que comanda Inés Arrimadas.

Un enfrentamiento que pone a Cantó a abanderar como figura ya de relevancia estatal la discrepancia interna con Arrimadas después del nuevo giro, ahora a la izquierda tras la alianza con los socialistas de Murcia y lo que parece una ruptura de relaciones en el ámbito nacional de largo recorrido con el PP.

Un choque que puede llegar a ser de tal magnitud que Cantó ya ha sondeado en reuniones internas de su grupo en las Corts el apoyo con el que cuenta entre los 18 parlamentarios para el hipotético caso de que el conflicto interno se enquistara y dirigentes de su partido en Madrid con los que está enfrentado, como Carlos Cuadrado o José María Espejo, los más cercanos a Arrimadas, pudieran plantearse su relevo como portavoz parlamentario.

Y esos «nuestros» de la frase inicial son el PP. La expresión la hizo célebre el exministro franquista Pío Cabanillas durante la transición para referirse a que en política los más peligrosos siempre son los compañeros de partido. No es que Toni Cantó y los populares valencianos sean compañeros de partido. No lo son, todavía, pero con el PP poniendo un bote salvavidas a quien quiera saltar del barco de Ciudadanos a punto de zozobrar y los precedentes de Cantó ya nada puede descartarse.

El daño que pueden infligir los "compañeros" es el hundimiento definitivo de Ciudadanos si acaba por tocar fondo en las elecciones que, salvo sorpresa, se celebrarán en la Comunidad de Madrid el 4 de mayo.

En ese contexto, el proceso de acercamiento a Cs, que Isabel Bonig quiere que sea sin exposición pública, lo acelera Madrid sin discreción alguna. Ayer, el popular Javier Maroto ponía a Cantó como ejemplo de cargos de Ciudadanos descontentos con el nuevo volantazo de su partido que le ha llevado a romper alianzas con el PP.

Maroto remató que los populares no le cierran las puertas a nadie, aunque Cantó negó en las Corts tener constancia de que cargos de su partido hayan contactado discretamente para pasarse al PP como asegura el popular.

Molesto por el ninguneo

El choque de Cantó no es tanto con Arrimadas como con los dos dirigentes más cercanos a la lideresa, los mencionados Cuadrado y Espejo. Al primero, Cantó le culpa de la estrategia fallida en Cataluña. Pero el líder valenciano de Cs está especialmente molesto con el ninguneo al que le ha sometido la dirección de su partido.

Cantó forma parte de la ejecutiva pero nadie le había comunicado lo que iba a ocurrir en Murcia. Al contrario que a otros referentes con los tejía alianzas internas como Juan Marín, el vicepresidente andaluz, que ayer respondió a Cantó que el partido sí tenía conocimiento de las dificultades por las que atravesaba la coalición PP-Cs en Murcia y aseguró que a él si se lo anunciaron desde Madrid horas antes.

En referencia a la situación que atraviesa su partido, Cantó aseguró ayer en las Corts que está muy preocupado y que no había hablado con Arrimadas porque dará sus argumentos cuando se reúna la ejecutiva. También dijo que en las instituciones valencianas, donde Ciudadanos gobierna con el PP, Ayuntamiento de Alicante y Diputación de Alicante, no va a cambiar nada. Eso fue todo.

Gran expectación en las Corts

Pese a la gran expectación ayer en los pasillos de las Corts, el líder naranja dijo que primero dirá ante la dirección lo que piensa y después a los medios.

Lo que piensa es que el partido se ha equivocado por completo. Que la moción de censura de Murcia no llega ni en el momento adecuado ni desde luego en la forma idónea porque ha provocado un tsunami que deja al partido expulsado del gobierno de la Comunidad de Madrid, hasta ahora el espejo en el que se miraba Cantó y el referente de todas las políticas que quería exportar a la Comunitat Valenciana, y aboca a unas elecciones, en las que salvo sorpresa, Cs puede tocar fondo.

Desaparecido en Galicia, País Vasco, Cataluña y con una fuerza residual en el Congreso (diez diputados de 350) el partido no podrá ya recuperarse de un descalabro en Madrid, en opinión compartida por varios dirigentes.

Lo que hay entre muchos diputados es preocupación porque las bases no entienden tanto volantazo. Pero el mayor disgusto es la sensación que tienen algunos cargos de que el partido lo llevan entre cuatro y que son ellos los que han querido implosionarlo desde dentro para irse al PSOE, dicen.

También hay quien piensa que Cs sí puede tener futuro con un proyecto centrado que se muestre capaz de pactar a izquierda y derecha y creen que si desaparece Cs la política se polarizará aún más con extremismos incapaces de poder llegar a acuerdos.

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