Canarias y Castilla-La Mancha rechazaron ayer que las comunidades autónomas se lancen a adquirir de forma unilateral vacunas contra el coronavirus. Así lo expresaron el presidente canario, Ángel Víctor Torres, y su homólogo manchego, el también socialista Emiliano García-Page. Después de conocerse que la comunidad de Madrid se había reunido con representantes de varios laboratorios, –incluido el de la vacuna rusa Sputnik V, que todavía no ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento–, ha hecho saltar las alarmas entre las regiones que no ven con buenos ojos que se descentralice la compra y el reparto de vacunas en España.
Torres aseguró que “cometeremos un error” si se abre la veda para permitir que aquellas comunidades “más poderosas” vayan por libre en este sentido y recordó las dificultades que surgieron en los primeros momentos de la pandemia, cuando todos los gobiernos autonómicos tuvieron que competir en el mercado para adquirir material de protección con el que hacer frente al virus. “No nos olvidemos de esto”, sostuvo y recalcó que se debe seguir “trabajando conjuntamente”, porque en estos momentos el reparto de las vacunas que hace el Estado “es transparente”. ”No estoy porque cada uno vaya en una carrera individual”, remarcó.
“No creo que cada comunidad deba iniciar una carrera individual en la adquisición”
García-Page también mostró su opinión contraria durante su visita a Tenerife, a donde se trasladó para participar junto a Torres en el foro de debate Dos presidentes. Dos respuestas ante la crisis. El presidente manchego aseguró que si se produjera esta situación podría colapsarse el mercado. “Nos van a engañar como ya ocurrió con las mascarillas”, advirtió.
Por eso, insistió en que el Estado se ha reservado fondos europeos para adquirir estas vacunas, por lo que esta es la administración que “las debe pagar”, ya que si esa factura se traslada a las autonomías “obviamente no será igual para las más ricas que para las más pobres”, algo que aseguró supondría un verdadero perjuicio para la población.
Ambos presidentes, –que también firmaron ayer un convenio para impulsar la historia clínica electrónica común en toda España–, realizaron durante el debate un repaso al último año de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, desde el desconcertante inicio, cuando nadie se esperaba que este virus pudiera interrumpir de forma tan abrupta la vida de todos los españoles, hasta la actualidad, un año en el que los dos consideran que se podrá iniciar la recuperación.
Tanto García-Page como Torres coincidieron en que la vacuna es ahora mismo la única oportunidad de recuperar la normalidad prepandémica. “En el momento en el que reduzcamos al mínimo el riesgo de mortalidad será un punto de inflexión para la recuperación económica”, manifestó el manchego, mientras que para Torres la aparición de la vacuna ha sido la única gran noticia que ha habido para superar de manera efectiva el virus. “Se ha hecho en meses lo que se tardaba años”, puntualizó.
“Si no hubiera habido ERTE, 260.000 canarios habrían ido al paro el 14 de marzo de 2020”
Respecto a los efectos que la emergencia sanitaria ha dejado en los sectores económico y social, Torres recordó primero que las previsiones para el Archipiélago eran buenas de cara al año 2020, con “una bajada de paro hasta el 17%”, cuando históricamente Canarias suele estar entorno al 20%. Pero la llegada de la pandemia lo cambió todo y ahora mismo el desempleo se eleva por encima del 25% de la población activa.
El presidente de Castilla-La Mancha quiso destacar el aumento “notable” que se ha producido en las enfermedades de salud mental y también el efecto que la crisis sanitaria ha tenido en la atención a pacientes con patologías que no están relacionadas con el Covid, que se ha visto muy deteriorada.
Ambos defendieron cómo ha cambiado la estrategia de las administraciones públicas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, a diferencia de la que se practicó cuando estalló la crisis financiera de 2008. “En otras ha sido la absoluta desprotección y ahora se ha pensado en contener la hemorragia económica”, aclaró.
“Si descentralizamos las compras nos van a engañar como ocurrió con las mascarillas”
Tanto García-Page como Torres alabaron la decisión del Gobierno central de aplicar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para tratar de contener la destrucción de empleo. El presidente canario ha recordado que sin ellos “260.000 personas se hubieran quedado sin trabajo” tras el 14 de marzo en el Archipiélago y el desempleo hubiera subido hasta el 60%.
A juicio de García-Page, el 95% de las economía española se recuperará y añadió que en su comunidad, además de las ayudas directas que se han repartido entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), la autonomía piensa ya en otra serie de incentivos para reabrir negocios o reinventarlos.
Acerca del turismo, que es la industria esencial de todo el país, y que en el caso de Canarias representa el 35% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 40% del empleo, García-Page apostó a que tras el paso de la pandemia seguirá creciendo, ya que hay una “enorme” cantidad de ahorro acumulado y considera que una vez se reactiven los viajes se gastará “con rapidez”, porque el 80% de los turistas que no han venido por la pandemia “lo harán”.
“Reducir el riesgo de mortalidad será un punto de inflexión para la recuperación”
Bajo su punto de vista se reactivará antes el turismo de sol y playa, como el que frecuente Canarias, mientras que aquel más cultural o paisajístico, y más vinculado a su comunidad y a las regiones del interior de España, tardará más en recuperar la confianza y volver a viajar.
El presidente Torres insistió en que el turismo seguirá siendo un sector fundamental para la economía canaria, pero advirtió que las Islas, siendo la comunidad que recibía a más turistas de toda España, “no debería tener un 20% de desempleo”. Por lo que mantiene que la recuperación deberá también servir para cambiar el modelo turístico en las Islas.
El estado de alarma
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, mostró ayer su preocupación por las consecuencias sociales que provocará el fin del estado de alarma que se producirá previsiblemente el 9 de mayo. Asimismo, insistió en que llegado ese momento se deben “arbitrar mecanismos que van desde la prórroga de los ERTE a otras medidas de carácter social como el derecho a la vivienda o la respuesta a los desempleados”. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page aseguró que lo que Sánchez dijo “no es que acaba el día 9, sino que hay que trabajar para que el día 9 no sea necesario tenerlo”. En todo caso, está “convencido” de que “si la alarma sigue, el Estado arbitrará mecanismos”. “No nos podemos quedar en ningún limbo”, afirmó. D. G.
