La ULPGC obtiene sus dos primeras patentes en EEUU
Se trata de una aplicación para detectar tejido tumoral y otra para localizar desviaciones en el aprendizaje por la escritura
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha obtenido el reconocimiento de dos patentes en Estados Unidos gestionadas por el Parque Científico Tecnológico de la ULPGC, mediante las cuales se protegen dos tecnologías disruptivas desarrolladas por personal investigador de la institución: una aplicación para detectar tejido tumoral en tiempo real y otra para localizar desviaciones en el aprendizaje mediante la escritura.
La primera de estas dos patentes es la que reconoce el trabajo realizado por el equipo coordinado por Gustavo Marrero Callicó, doctor ingeniero de Telecomunicaciones de la ULPGC. Estos investigadores han desarrollado el Sistema para la detección de tumores cerebrales en tiempo real usando imágenes hiperexpectrales. La aplicación, de forma no invasiva, es capaz de detectar tejido tumoral y distinguirlo, en cuestión de segundos en una mesa de operaciones, del tejido sano, ayudando, por ejemplo, a los neurocirujanos a extirpar las partes del cerebro afectadas por el cáncer, algo que no es apreciable a simple vista.
Además, los cirujanos podrán extirpar casi exclusivamente las zonas afectadas por el tumor sin que sea necesario exceder el corte mucho más allá de lo necesario, reduciendo así las posibles consecuencias que en las operaciones de cerebro se derivan.
La otra patente también reconocida en Estados Unidos, es la relativa a la aplicación desarrollada por Cristina Carmona Duarte, investigadora postdoctoral, y Miguel Ángel Ferrer Ballester, catedrático de la ULPGC.
Se trata del Método y sistema para generar texto manuscrito con diferentes grados de madurez del escritor, desarrollado en el ámbito del Instituto para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones.
Los investigadores aportan una aplicación capaz de modelar el proceso de degradación de la escritura para monitorizar cómo los niños y niñas aprenden a escribir, cómo se mantiene esta capacidad en la etapa adulta -e ir registrando posibles desviaciones- y cómo se degrada en la ancianidad.
El modelo hace posible sintetizar el proceso de aprendizaje, tanto en la forma como en el movimiento del lápiz, e ir describiendo cada una de las etapas de esta capacidad a lo largo de la vida del ser humano, arrojando luz sobre posibles procesos degenerativos como el Parkinson, o detectando desviaciones de forma temprana en las etapas infantiles. La aplicación puede trabajarse desde un sencillo dispositivo digital.
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