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Salud

Ocho claves para reducir el estrés

El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín pondrá en marcha un programa en noviembre para disminuir la frustración entre los pacientes

Un hombre con signos desufrir estrés. | | AGENCIAS

Reducir los niveles de estrés, promover las relaciones interpersonales y mitigar el sufrimiento. Estos son los objetivos principales que persigue el nuevo programa que pondrá en marcha el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el 3 de noviembre. Se trata de un proyecto en el que participarán 25 pacientes, que han sido derivados, principalmente, de los servicios de Neurología, Oncología, Cirugía Bariátrica y la Unidad del Dolor Crónico. La iniciativa, basada en el mindfulness –atención plena–, cuenta con la financiación de la Fundación Disa y será desarrollada por la doctora Luz Torralba, especialista del Servicio de Psiquiatría, y el doctor en Salud, Bienestar y Actividad Física por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Alfredo González.

La intervención se compone de ocho sesiones prácticas y teóricas, que serán impartidas en el hospital grancanario. Además, se celebrará una jornada de práctica intensiva en el Convento de Las Dominicas, en Teror. Pero, ¿qué se necesita para lograr el éxito? Los instructores se centran en ocho claves fundamentales.

La actividad se compone de ocho sesiones y de una jornada de práctica intensiva del silencio

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Compromiso

El compromiso de los pacientes es imprescindible para que el programa funcione. De hecho, según detalla Alfredo González, los profesionales impartieron una charla informativa en la que se hizo hincapié en la implicación que requiere la participación en el programa, tanto en las sesiones presenciales como en la práctica diaria. «Es fundamental que empleen cada día los conocimientos que van adquiriendo», anota. Fieles a la meta que persigue la actividad, desde que comenzaron a darse los primeros pasos para activar el proyecto, los instructores llevaron a cabo un proceso de selección a través del equipo de Interconsulta para ponerse en contacto con los servicios en los que se pensaba que podía haber más pacientes que se pudieran beneficiar del mismo. «Buscábamos, sobre todo, pacientes que tuviesen patologías crónicas que les hayan supuesto un cambio en sus vidas. Lo que pretendemos es que las personas aprendan a gestionar el estrés y las emociones de un modo diferente para que, de esta forma, puedan tener calidad de vida», detalla la doctora Luz Torralba.

Conocer el funcionamiento de la mente

Otra de las claves es conocer el funcionamiento de la mente, ya que, en muchas ocasiones, la irrupción de pensamientos y emociones negativas derivan en altos niveles de estrés. Esto puede llegar a condicionar la vida de las personas. «Es imprescindible que los pacientes no se dejen arrastrar por los pensamientos negativos. Para eso, vamos a ir profundizando cada semana en los principios necesarios para poder integrar la conciencia plena en sus vidas, independientemente de sus circunstancias físicas y mentales», subraya el doctor por la ULPGC. Con el propósito de satisfacer este objetivo, los profesionales se preocuparán por ofrecer una serie de recursos destinados a mostrar el funcionamiento de la mente y la reacción del cuerpo ante las situaciones que crean frustración.

Medicina mente-cuerpo

A juicio de González, es necesario aplicar lo que se denomina «medicina mente-cuerpo» para que los sujetos logren ser conscientes de sus propios pensamientos y emociones. «La idea es aunar la mente y el cuerpo para que los participantes puedan profundizar en ellos mismos y dejen de buscar respuestas en el exterior. Hay que tener en cuenta que mindfulness es un estado de la conciencia para vivir en el presente y mucho más abiertos a lo que la vida nos ofrece», apostilla. Y es que lo que hay que evitar a toda costa es la incertidumbre. «Las dudas relacionadas con lo que va a pasar en el futuro o con el tiempo que va a durar una vivencia no deseada son patrones de pensamiento muy habituales en la mente humana y más aún cuando se sufre una enfermedad», agrega el experto.

«A menudo los pensamientos son muy duros y hay que soltarlos», indica Alfredo González

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Cambio en la percepción del hospital

En base a las palabras de Alfredo González, los pacientes suelen percibir el hospital como un espacio en el que reciben «malas noticias» y en el que reinan la incertidumbre y el estrés. «Ahora, gracias al programa, vamos a crear un espacio para la sanación», celebra. Sobre estas líneas, la especialista en Psiquiatría del hospital de referencia del área norte de Gran Canaria se muestra contundente al decir que, el hecho de acudir al hospital para recibir una técnica que permite conectar con las emociones, y que además ofrece acompañamiento profesional para lograr el bienestar, «hace que cambie la imagen negativa del hospital y que disminuya el estrés».

Aceptación

Para reducir el estrés no hay que modificar los pensamientos que lo provocan, sino tomar conciencia de ellos. «Mindfulness se basa en la toma de conciencia para darnos cuenta de la aparición de los pensamientos y llegar a aceptarlos, pero sin identificarnos con ellos. A menudo los pensamientos son muy duros, por lo que es imprescindible soltarlos para no convertirnos en sus esclavos», argumenta el doctor en Salud, Bienestar y Actividad Física.

Disciplina

Precisamente, para romper el amarre con los pensamientos negativos es esencial que haya disciplina. «En las primeras semanas, el programa de reducción de estrés puede crear el efecto inverso porque se empieza a tomar conciencia de muchas cosas que, hasta ese momento, se desconocían», advierte el doctor González. «Por ello», prosigue, «necesitamos que la práctica de los conocimientos se convierta en una disciplina».

«Combinamos una parte teórica con una parte práctica meditativa», explica la psiquiatra

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Sesiones teóricas y prácticas

La teoría debe ir siempre de la mano de la práctica. Este programa se compone de ocho sesiones, que se impartirán en las Aulas de Docencia del Doctor Negrín con una periodicidad semanal, y que contemplan dos horas y media de duración. «Combinaremos una parte teórica con una parte práctica meditativa para lograr introducir los buenos hábitos en la vida cotidiana de nuestros pacientes», recalca la facultativa del Negrín. A la sexta sesión se sumarán nueve horas de práctica intensiva del silencio en el Convento de Las Dominicas, en el municipio de Teror. Cabe resaltar que el programa de Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena se imparte en más de 250 centros hospitalarios de Estados Unidos y de otros países como Reino Unido. Numerosos estudios científicos ya han demostrado su eficacia. «Nuestras expectativas son muy positivas porque en 2019, desde la Dirección General de Programas Asistenciales, se realizó el mismo programa para el personal de la Red de Salud Mental, obteniendo unos resultados muy satisfactorios. Ahora que se dirige por primera vez a pacientes, lo asumimos como un reto, pero tenemos presente la buena experiencia que reúnen otros países», indica la doctora Torralba.

Amabilidad

Alfredo González pone de relieve que, en ocasiones, padecer una enfermedad genera mucha culpa. Ante esto, es importante potenciar también la amabilidad. «Hay que desprenderse de la culpa y, por supuesto, no hay que enjuiciarse ni enjuiciar a otros. Solo así, podremos potenciar la amabilidad hacia nosotros mismos y mejorar nuestras relaciones interpersonales y la propia calidad de vida», valora.

La otra pandemia

El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), Victor Pérez, advierte de que aunque los problemas de salud mental en la población, especialmente la infanto-juvenil, aumentaron con la pandemia, el "déficit" de psiquiatras y psicólogos clínicos impide poner en marcha dispositivos para paliarlos.

Pérez preside el Comité Científico del decimocuarto Congreso Nacional de Psiquiatría, que del 28 al 30 de octubre reunirá en València a cerca de 1.200 especialistas y donde, además de novedades terapéuticas, diagnósticas o de gestión, se abordará la humanización y los cambios que se están produciendo en esa especialidad.

"Todos teníamos claro que después de la pandemia venían otras pandemias: una es la crisis económica y otra la crisis de salud mental", afirma Pérez a EFE para añadir que ambas están "claramente relacionadas. Cuando hay problemas económicos empeora la salud mental de la población".

El presidente de la SEPB señala que la pandemia, durante la cual prácticamente toda la atención ha estado focalizada en la covid, ha conllevado que muchos enfermos con trastornos mentales no hayan podido acudir a los dispositivos de salud mental y cuando lo han hecho, su estado era más grave.

Aunque reconoce que durante la pandemia se ha hecho un "esfuerzo tremendo" para intentar que estas personas pudieran llegar al sistema sanitario a través de la atención telemática, afirma que siguen teniendo una "asistencia limitada" y tendrán "un trabajo importante en los próximos años para solucionarlo".

"Uno de cada cuatro españoles va a tener una enfermedad mental a lo largo de su vida y es muy importante evitar el estigma y que las personas afectadas vayan a buscar ayuda", afirma.

También subraya la importancia de que se deje de ver a las personas con enfermedad mental "como gente extraña y rara, porque algo que le pasa al 25 % de la sociedad no es extraño ni raro, es una enfermedad como hay otras".

Prácticamente todas las comunidades autónomas, según Pérez, han implementado algún tipo de plan para poder hacer frente a esta "epidemia" de problemas de salud mental que, afirma, "no está siendo uniforme"·.

De hecho, advierte de que en estos momentos, los "problemas más importantes" que observan los psiquiatras se encuentran en la gente joven, de hasta 28 años. "Es el grupo de mayor riesgo, donde más problemas estamos visualizando".

Según explica, en este colectivo infanto-juvenil han visto un incremento de problemas como la depresión, la ansiedad y el consumo de tóxicos, aunque "lo que más problemas está dando ahora en la gente joven son las conductas suicidas".

De hecho, afirma, durante la pandemia ha habido meses en los que las conductas suicidas en gente joven, por debajo de los 25 años, "se han multiplicado prácticamente por dos".

Según indica, otro "problema muy grave" son los trastornos de la conducta alimentaria, que durante la pandemia "se han descompensado muchísimo y han aparecido nuevos casos".

Además, advierte de los costes que la enfermedad mental supone en los jóvenes y lo prevalente que es y la discapacidad que genera en este grupo etario con respecto a otras dolencias como las cardiovasculares, respiratorias o de desgaste. |Efe


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