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La ULPGC consolida la realidad virtual para la docencia en Ciencias de la Salud

El alumnado de Medicina aprende la anatomía en técnicas mínimamente invasivas con una aplicación inmersiva desarrollada por la Cátedra de Tecnologías Médicas

Miguel Ángel Rodríguez Florido enseña a unas alumnas la tecnología para entrenar en el uso de ecógrafos .

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha logrado consolidar la realidad virtual como recurso docente en la Facultad de Ciencias de la Salud. Dicha herramienta aporta «una capacidad tecnológica para enseñar y acercar la docencia a espacios donde es difícil llevar al estudiante», afirma Miguel Ángel Rodríguez Florido, coordinador técnico de la Cátedra de Tecnologías Médicas de la ULPGC que, junto con Pedro Luis Castro, profesor de Biología Celular, han publicado en la plataforma de divulgación científica The Conversation, un artículo sobre las virtudes de esta tecnología. «Los beneficios que aporta son tan variados, que tienen poca comparación con otras tecnologías introducidas a lo largo de la historia», señalan.

Ambos trabajan desde hace más de una década en simulación clínica, para entrenar a estudiantes de Medicina, a nivel introductorio; a residentes a nivel práctico -disponen de un laboratorio en el Hospital Universitario Insular Materno Infantil para realizar dicho entrenamiento-; además de a los especialistas médicos.

En el aula, han introducido la aplicación Anatomyou de realidad virtual inmersiva desarrollada por la Cátedra de Tecnologías Médicas de la ULPGC para uso docente, en concreto, para el aprendizaje de la Anatomía y en cursos superiores para abordajes clínicos que requieren conocimientos anatómicos. «Empezamos en la asignatura de Física y Tecnología Médica, en el grado de Medicina, a introducir la tecnología para alfabetizar al alumnado. Y en ese contexto surgió un proyecto de innovación educativa donde utilizábamos la aplicación que desarrollamos para aprender, por realidad virtual, la anatomía de las técnicas mínimamente invasivas, de forma que el estudiante aprende la anatomía como se la enseña en la realidad el endoscopio y no como la aprendían en la Facultad», apunta el investigador.

Precisamente, con la aplicación Anatomyou ganaron la tercera edición de los Premios Tecnoedu 2020 a la Innovación con Tecnología Educativa, de la Fundación Mapfre Guanarteme.

Retroalimentación

En el artículo, los autores describen la simulación como una técnica educativa donde el alumno actúa como lo haría en la vida real y, a continuación, brinda retroalimentación e información sobre el desempeño. «La simulación es eficaz en muchos dominios y se ha descubierto que es superior a la educación clínica tradicional, ya que favorece poderosas intervenciones educativas que producen resultados inmediatos y duraderos».

Otra de sus ventajas, es que proporciona un espacio donde el estudiantado puede interactuar sin las limitaciones y obstáculos del mundo real y físico, permitiendo la observación y el examen de las áreas y de los acontecimientos inasequibles por otros medios. «La medicina es una profesión sensible a los avances tecnológicos que facilitan la labor de los profesionales, reduciendo listas de espera y el error humano. Por tanto, especialistas, residentes y estudiantes, necesitan actualizar sus habilidades para los diferentes procedimientos sanitarios que van apareciendo cada día».

La realidad virtual es una herramienta idónea para proporcionar dicha formación, tal y como se ha comprobado a raíz de la crisis sanitaria por Covid-19. «En situaciones como las que se ha vivido con la pandemia, donde no se puede tener a mucha gente aglomerada, o los estudiantes no podían ir al hospital a hacer sus prácticas, la tecnología inmersiva nos permite acercarlos ahí, no tienen que estar físicamente en el hospital y podemos complementar esa formación».

Respecto al coste que supone esta tecnología, Rodríguez Florido señala que es perfectamente asumible, sólo se necesitan gafas de realidad virtual para los estudiantes, -«no hace falta comprar 500, sólo las que ocupa un grupo de prácticas, que podrían ser 25», una conexión a internet, y una cámara 360. «Más que una barrera económica, porque la inversión es pequeña, es una barrera cultural, de que se interprete esa tecnología como un elemento para poder catalizar los procesos de aprendizaje que ya hacen en la Facultad».

El profesor Rodríguez Florido adelantó que trabajan en un nuevo proyecto dirigido a introducir cámaras 360 dentro de los quirófanos, y por vídeo streaming transmiten el entorno inmersivo. «De esta forma, el estudiante que está en la facultad puede estar viendo esa cirugía como si estuviera en el quirófano. Y el profesor que, además, trabaja en el hospital, puede estar operando y al mismo tiempo enseñando a sus alumnos que están en el aula o en sus casas».

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