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Canarias lanza Clave-A, una herramienta para luchar contra el abuso a menores

El programa arranca con un proyecto de formación dirigido al personal docente para detectar posibles víctimas

Imagen de archivo de dos menores sin relación con la noticia LP / DLP

Canarias lanza Clave-A, una herramienta para luchar contra el abuso a menores. Canarias ha puesto en marcha el programa Clave-A, una herramienta multidisciplinar para actuar contra los abusos sexuales a menores y la violencia en todos los ámbitos de actuación. Este nace como consecuencia de la aprobación de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, conocida como Ley Rhodes. El objetivo es dotar a los menores y adolescentes de las herramientas necesarias para poder denunciar casos de abusos sexuales o violencia.

«Ya habíamos detectado que Canarias es un punto caliente por muchas razones, también pasa en el archipiélago balear y en todas aquellas zonas que tienen un carácter más turístico. Nuestro territorio es la tercera comunidad autónoma que más denuncia abusos sexuales a menores, eso no quiere decir que seamos de las que más casos tienen sino que estamos entre las que más denuncian», explica Iratxe Serrano, directora general de Protección de la Infancia del Gobierno de Canarias.

El primer paso del proyecto está siendo la formación de personal docente de las Islas, de todo tipo de centros educativos, para que puedan detectar las señales ante posibles casos de abusos y/o maltrato. «Nos parece fundamental que el personal docente tenga una formación específica que les permita no solamente prevenir sino también, llegado el momento, poder detectar esas situaciones de abusos porque es donde más tiempo pasan los menores y adolescentes. Y en el caso de que alguno de los niños o niñas lo comuniquen que puedan también tener las herramientas necesarias para poder ayudarles y canalizar luego esas denuncias», añade.

Por pasos

El siguiente paso se desarrollará a partir del mes de septiembre con el arranque del nuevo curso escolar con la ampliación de la formación al resto del profesorado con el objetivo de que todos cuenten con la formación necesaria. A esto se sumará desarrollar el programa entre las entidades deportivas como clubes y federaciones y también en empresas del tercer sector dedicadas al ocio y tiempo libre de los menores y adolescentes.

«La pretensión, y por eso Canarias es pionera, es que hemos intentado abarcar todo aquello donde haya un menor y donde se trabaje con ellos. Llegue esa formación y esa identificación de Clave-A para que esas personas también tengan claro que puede ser una señal de alerta», detalla.

Otro de los siguientes pasos a dar será desarrollar formación específica para el personal sanitario.

Cuatro canales

Para poder facilitar esa comunicación por parte de los menores y adolescentes el programa ha desarrollado un conjunto de señales que les permita denunciar esa situación de abuso o maltrato. Así, a través de Clave-A se da visibilidad a cuatro canales de ayuda para pedir auxilio, verbal y no verbal: mediante el gesto de A invertida con los dedos (indica la clave), la escritura de la A en cualquier formato (escribe), contarlo a otras personas (di clave-A) o denunciar directamente al 112 (llama al 112).

«Y dando un paso más allá también hemos visto que hay niños que tienen dificultades de visión tenemos que llegar también a ellos y por lo tanto también hay una parte del programa para que ellos puedan seguir también con esa formación, divulgación y adquisición de herramientas en el lenguaje que utilizan que en este caso es el braille», detalla.

A esto se sumará la creación de los delegados de protección en los entornos donde los menores y adolescentes pasen tiempo como en los centros educativos o donde desarrollen actividades como en centros deportivos. «Pensamos que deben ser varias figuras y no solo una porque existe el riesgo de que la persona que esté al frente de un equipo o de un grupo pueda ser también una persona que ejerza ese abuso o ese maltrato hacia los menores. Lo que está claro es que cuando tenemos formación y los conceptos claros todos somos más capaces de poder identificar y por tanto de poder ayudar más y mejor y ese es el objetivo primordial», sentencia.

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