El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, visitaron esta mañana las obras del nuevo edificio asistencial anexo al Hospital Juan Carlos I, en Las Palmas de Gran Canaria, que permitirá incrementar el número de camas en 92, el mayor aumento realizado en los últimos 10 años. Durante la visita, han estado acompañados por el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, y los gerentes de los hospitales universitarios de Gran Canaria Doctor Negrín e Insular, Pedro Rodríguez y Alejandra Torres, respectivamente. La obra de construcción, que además ha incluido la demolición de los antiguos edificios que estaban en la parcela y la conexión con el edificio central, ha supuesto una inversión de 14,5 millones de euros, en los que se incluyen más de 1,5 millones de euros correspondientes a la dotación del equipamiento técnico básico.

Este nuevo edificio, que cuenta con 5.155 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, va a dotar al Doctor Negrín de 92 nuevas camas para hospitalizaciones de más de 24 horas de carácter polivalente, lo que permitirá, si fuera necesario, convertir una parte a camas de Cuidados Intensivos. La nueva instalación sanitaria dispone también de nueve consultas y cinco despachos. además de un área de admisión, de formación y de trabajo médico y de Enfermería, así como laboratorio, área de Radiología, almacenes, servicios de hostelería y de mantenimiento.

En el diseño del edificio se ha tenido en cuenta la posibilidad de sectorizar el espacio en diferentes áreas hospitalarias según las características de los pacientes que han de ser atendidos en cada momento con la finalidad de otorgarle un carácter polivalente. El concepto atiende al objetivo por el que ha sido diseñado este edificio que pretende

dar respuesta a la atención sanitaria que surja por enfermedades emergentes, como en el caso del coronavirus, sin necesidad de repercutir en el resto de infraestructuras sanitarias de forma brusca.

En la visita de hoy se ha puesto de manifiesto que este es el primer hospital público de Canarias donde se han instalado equipos de energía fotovoltaica en las cubiertas para el autoconsumo energético, cumpliendo así con los criterios de sostenibilidad que a partir de ahora se impulsarán con la Estrategia de Energía Sostenible de Canarias (466 millones de euros) para continuar con este tipo de instalaciones en edificaciones públicas.

Este proyecto incluye, además del edificio en el recinto del Hospital Juan Carlos I, otras tres infraestructuras hospitalarias en las áreas de salud de Tenerife y Lanzarote. “En total, cuando se culminen todas las obras contempladas se sumarán 342 camas hospitalarias en un mismo año, lo que supone el mayor incremento en camas públicas de la última década. Estas infraestructuras servirán para el reforzamiento de la atención hospitalaria lo que contribuirá a la recuperación de la actividad asistencial que se ha perdido durante la pandemia”, explicó el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.

Estos cuatro proyectos supondrán, en conjunto, la creación de 15.800 nuevos metros cuadrados de superficie asistencial, que se dotarán del equipamiento y los medios técnicos necesarios para entrar en funcionamiento al término de las obras, lo que requerirá una inversión pública de 47.3000.200 euros.

Además, el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, recordó que “estas obras buscan mantener y reforzar la capacidad asistencial en cada una de estas islas y, además, recuperar la actividad sanitaria ordinaria que se está viendo afectada por la pandemia y simultanearla con la atención a la infección por covid-19, así como para mejorar la respuesta ante futuros brotes epidémicos”.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, los hospitales públicos del SCS y, en particular, los de las Áreas de Salud de Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife, han ocupado una gran parte de sus camas por pacientes con coronavirus. Así, dada la insuficiencia de espacios físicos para atender la creciente presión asistencial provocada por los contagios por SARS-CoV-2, se decidió habilitar espacios alternativos con carácter temporal que ha impactado en la práctica totalidad de la actividad ordinaria de los hospitales. La construcción de estos nuevos edificios hospitalarios busca, por tanto, normalizar la actividad asistencial en un corto plazo.

La declaración de emergencia de estas actuaciones responde a la urgente necesidad de ampliar la capacidad física y técnica de los hospitales que han soportado una mayor presión asistencial desde el inicio de pandemia.