Entrevista | Víctor Gutiérrez Waterpolista profesional y secretario federal de políticas LGTBI del PSOE

"La nueva Ley del Deporte iguala la lucha contra el racismo con la lgtbifobia"

El waterpolista profesional y secretario federal de políticas LGTBI del PSOE aboga por erradicar el problema de la fobia de raiz

Víctor Gutiérrez, secretario de políticas LGTBI del PSOE  el pasado viernes durante la entrevista.

Víctor Gutiérrez, secretario de políticas LGTBI del PSOE el pasado viernes durante la entrevista. / ANDRES CRUZ

El waterpolista profesional y miembro de la selección nacional compagina su pasión por el deporte con su papel como secretario federal de Políticas LGTBI del PSOE. Esta semana intervino en el Parlamento de Canarias dentro de la comisión que estudia la creación de una ley canaria del deporte. Allí habló de su experiencia como deportista de élite y de la importancia de la visibilidad del colectivo LGTBI en este ámbito.

¿Cómo valora la intención de Canarias de crear su propia ley de deporte? 

Creo que es un paso muy importante que Canarias vaya a tener su propia ley de deporte. Al final el ejercicio es un vehículo transformador de la sociedad y creo que es muy importante que, por ejemplo, la lucha contra la lgtbifobia, que no estaban incorporadas en la ley, se empiece a equiparar con la lucha contra el racismo o la xenofobia. Creo que es un paso muy importante que va a ayudar a muchísimos niños y niñas a encontrar en el deporte un espacio seguro. Desgraciadamente para muchas personas se ha convertido en un espacio hostil. Va a suponer una herramienta para transformar la sociedad.

¿Qué mecanismos tiene que tener esa ley para garantizar esa igualdad y respeto a la diversidad?

Tiene que tener una parte preventiva y otra reparadora. Está muy bien que tengamos un cubo de agua para apagar cuando hay un pequeño fuego, que es la parte sancionadora, pero también hay que trabajar para que no se inicie ese incendio. Que la ley incorpore una parte en la que se de información a técnicos y formaciones en el deporte base sobre el respeto y la diversidad, es muy importante para evitar luego ciertos comportamientos que vivimos en el deporte, como conductas machistas, racistas u homófobas. Y luego una parte sancionadora porque no puede salir gratis discriminar a nadie y como digo el deporte tiene que ser un espacio en el que quepa todo el mundo y, por tanto, creo que es importante que también las sanciones den un ejemplo de cosas que no se pueden hacer.

Entonces, ¿es partidario de ir más allá de las sanciones?

Claro. Que no solamente haya esa parte reparadora para las víctimas y sancionadora para los agresores sino también una parte preventiva. Porque al final si no, no atajamos el problema. Está muy bien que haya sanciones pero también tenemos que erradicar de raíz el problema e ir a dónde se crea. Es fundamental educar a la gente para que no se produzcan este tipo de comportamientos.

¿Cómo se puede hacer?

Con la educación. Es el punto de inflexión para prevenir este tipo de comportamientos en el deporte. Al final muchas veces en el deporte lo que pasa, por ejemplo, es que vas a un estadio de fútbol y se produce un efecto llamada. Me niego a pensar que 40.000 o 50.000 personas que están viendo un partido y que gritan ‘Cristiano maricón’ o ‘Piqué maricón’ sean homófobos. Pero se produce un efecto contagio o llamada y eso está provocado porque no hay sanciones y no se educa en ese sentido. Creo que es complicado, por que tal y como están las cosas a día de hoy, hay muchas personas que piensan que educar en valores de diversidad es politizar y adoctrinar, pero creo que ese sería el verdadero punto inflexión. Que en los colegios se educase en valores de respeto a la diversidad al final ayudaría, no solamente a las personas LGTBI a entender que no les pasa nada malo y que no están solos, sino también facilitaría a los niños y niñas heterosexuales a comprender que la diversidad es algo nos rodea, que no hay nada de malo en ser diferente y lo que hay que hacer es abrazarlo. Creo que así es como se podrían cambiar las cosas.

En el fútbol es donde se dan más comportamientos machistas, racistas y lgtbifóbicos

Se puede actuar en el deporte de élite pero si no se hace en la base no tendrá frutos...

El deporte de élite es un reflejo de lo que ocurre en la base. Si en la base los cimientos del respeto están bien asentados eso se va a transformar en que en la élite se reproduzcan esos comportamientos respetuosos, pero cuando no se produce eso, pues al final lo que se ve es lo que haces, es reflejo de la sociedad. Sé que es difícil pero yo creo que, ya no hablo en las clases sino en los equipos, hay capacidad y herramientas a su disposición para dar charlas a sus técnicos y evitar los comportamientos que vemos en adultos.

¿Hay realmente un compromiso por parte de los clubes?

Hay bastantes entidades en España que de manera voluntaria dan formaciones en diversidad. Depende de la federaciones y de los clubes el poder recibirlas. Luego una cosa muy buena es que recientemente se acaba de aprobar a nivel nacional la nueva Ley del Deporte que cambia el escenario de juego y las normas. Se va a invitar al Consejo Superior de Deporte (CSD) a trabajar en diversidad, en materia de orientación sexuales y de diversidad de género. Luego también se dan las herramientas a los clubes para que tengan acceso a ese tipo de formaciones. Creo que bueno, es una cosa más bien voluntaria, pero cada vez son más las federaciones y clubes que quieren sumarse a estas iniciativas y al final los resultados son fantásticos. Por ejemplo, hablando del colectivo LGTBI estamos en todas partes, en absolutamente todos los deportes y estas cosas ayudan a que no se sientan agentes extraños.

¿Quizás hay más homofobia en el fútbol? Es raro ver comportamientos lgbtifóbicas en un partido de baloncesto, por ejemplo.

Esa es una realidad y un hecho que donde más comportamientos machistas, racistas y lgtbifóbicos se producen es en el fútbol. Como deportista le digo que evidentemente, me han pasado cosas y he vivido situaciones que son lamentables, pero anecdóticas. En el fútbol cada vez más estamos viendo cómo se convierten en situaciones cada vez más normales. Siempre pongo el mismo ejemplo, que es el grito de ‘Michel maricón’ en los años 80, el ‘Guti maricón’ en los 90 y el ‘Cristiano maricón’ hace unos días, han pasado 40 años de espacio y estamos viendo los mismos comportamientos. 

¿Por qué pasa esto?

Creo que ahí se producen varias cosas, la primera que se normalizan estos comportamientos, no se criminaliza ni se condena, segundo, no había una ley que sancionase estos comportamientos cosas y tercero, que no hay campañas de sensibilización. Las cosas se cambian primero con educación y luego con una ley que condene y sancione este tipo de comportamientos, porque al final cuando nos tocan el bolsillo es cuando reaccionamos. La nueva Ley del Deporte equipara la lucha contra el racismo con la lgtbifobia. Si ahora se produce un comportamiento homófobo en un estadio de fútbol el árbitro va a tener la potestad de parar el partido. Los clubes se pueden enfrentar a sanciones económicas o al cierre del estadios. Creo que es una de las maneras de atajar esta problemática.

Está muy bien que haya sanciones pero también tenemos que erradicar el problema de raíz

En 2016 se convirtió en el primer deportista de élite de un deporte en equipo en salir del armario, ¿Cómo fue el proceso?

Mi salida del armario fue una consecuencia de la buena experiencia que estaba teniendo. Es verdad que los últimos años de infancia y los primeros de adolescencia lo pasé mal porque no me entendía ni me aceptaba. Una vez que di el paso de salir del armario con mi familia y mis amigos llegó un momento en el que también lo di, de una manera natural, en mi equipo de waterpolo. El respeto que recibí por parte de mis compañeros, el cariño y la normalidad con la que lo vivieron me hizo querer compartir esa experiencia. Desafortunadamente casi siempre que se habla de deporte y el colectivo LGTBI es por algo malo, por una denuncia, por una agresión o por un comportamiento discriminatorio y es muy importante denunciarlo, pero también es vital hablar de las situaciones positivas.

¿Qué objetivo tenía?

Pensaba que mi experiencia podía servir a otros niños y niñas para entender que no pasa nada por ser homosexual, por ser lesbiana o por ser una persona trans. Que se puede llegar a la élite del deporte siendo como eres y que lo que hay que hacer es perder el miedo y mostrarse tal como uno es.

La importancia de la visibilización...

Claro, porque lo que no se ve es como si no existiera. Muchas veces me dicen ‘bueno es que yo soy heteros y no lo voy diciendo’. Claro, es que tú no te tienes que sentarte con tus padres a explicarles ese deseo sexual, no tienes que sentarte con tus amigos a explicarles que te gustan los chicos o no has sentido miedo a que te rechacen por ese motivo o te pueda agredir. Entonces, es muy importante que vivamos nuestra identidad con orgullo y con normalidad y que por supuesto la visibilicemos porque lo que no se ve, insisto, es como si no existiera.

¿Por qué cuesta tanto que los deportistas puedan expresar libremente su identidad, sobre todo en el fútbol?

 Porque el fútbol es una burbuja y una dimensión aparte dentro del deporte. Tiene sus propias reglas, es un deporte muy mediático y cuanto más grande es y más mediático se hace pues es más difícil dar ese paso. Aparte, la situación no es tampoco favorable para que un futbolista, por ejemplo, quiera dar ese paso. Enfrentarse cada fin de semana a 40.000 o 50.000 personas gritándome ‘maricón’ hasta que me retirase, si ves que se acaba de cerrar un Mundial en Qatar donde se ha prohibido lucir el brazalete arcoíris o en la Eurocopa de hace dos años donde se quiso sancionar al capitán de Alemania en lugar de a todo un estadio gritando ‘Cristiano, maricón’, todo este tipo de cosas no te empujan a dar ese paso y ser visible. Entonces creo que hace falta muchísimo trabajo en el deporte general, pero particularmente en el fútbol porque si las cosas cambian en el fútbol, si vemos esa visibilidad en un futbolista vamos a ver un cambio, no solamente en el deporte, sino en toda la sociedad en general.

Si una mujer juega al fútbol, la sociedad la etiqueta de lesbiana; eso es discriminación cruzada

Eso no pasa en el fútbol femenino...

No, pero bueno, eso tiene que ver con los roles de género. A mí me dicen mucho que las chicas lesbianas lo tienen más fácil en el deporte para salir del armario y yo digo que no, lo tienen exactamente igual de difícil. Tiene que ver con los roles de género, se llama discriminación cruzada. Si una niña con ocho años nos dice que quiere jugar al rugby como sociedad, en nuestro imaginario, le estamos poniendo la etiqueta de lesbiana y si un niño con nueve años nos dicen que quiere hacer natación sincronizada también le ponemos una etiqueta. La discriminación es la misma. ¿Cuántas mujeres visibles hay en deportes feminizados como natación sincronizada o patinaje sobre hielo?, no las hay al menos visibles. En cambio son más visibles las que juegan al fútbol o al rugby porque tenemos en la cabeza que son deportes de chicos. Ocurre igual con los chicos. Tiene que ver con los roles de género, con cómo tenemos en la cabeza que hay deportes de chicos y de chicas y dependiendo del que hagas es más fácil visibilizarse.

Es la marca del heteropatriarcado....

Totalmente. Cuando rascas un poco lo que hay detrás de la Lgtbifobia es machismo. Cuando a mí me llaman ‘maricón’ lo hacen porque creen que soy menos tío o menos válido y eso al final es machismo. Es alejar a alguien de la figura de masculinidad, eso es machismo.

Usted mismo sufrió un ataque homofóbico en 2021 por parte de un jugador de otro equipo, siendo este sancionado por primera vez, ¿le ha marcado en su vuelta a la competición?

Sí. Para mí fue anecdótico en el sentido de que ya me había pasado más veces el recibir insultos compitiendo, pero sí me marcó porque esta última vez comprendí que mi silencio me hacía cómplice de este tipo de de comportamientos. A mí me había pasado otras veces que me insultaban y y yo pensaba que era una manera de hablar, que con las pulsaciones disparadas por el esfuerzo todos decimos cosas de las que nos podemos arrepentir, pero no es cierto. Yo también soy deportista, estoy a muchas pulsaciones y nunca me he metido con nadie por su raza, su género o su orientación sexual. Comprendí que callándome al final estaba siendo parte del problema y no de la solución y que sí eso me pasaba a mí pues imagínate lo que le iba a pasar a niños y niñas en vestuarios o en el patio de los colegio sin tener herramientas para entenderse. 

¿Ha cambiado algo?

Sí, que he visto que a raíz de esa denuncia en el waterpolo se produjo otra al poco tiempo por un insulto homófobo y también se sancionó. Ahora se abre un nuevo periodo en el que hay una Ley del Deporte que va a incorporar ese tipo de realidades y por tanto vamos a ver, seguramente, muchas más sanciones de este tipo y cada vez la sociedad está mas sensibilizada. Aunque hay mucho ruido vamos hacia adelante.

La ley trans aprobada no regula su participación en competiciones deportivas...

Es una ley administrativa. Simplemente invita al CSD a unas buenas prácticas en las que se incorpore las realidades de la orientación sexual, la identidad de género, la identidad sexual y la expresión de género. Efectivamente no regula la competición deportiva, eso está en manos de las federaciones. Nunca me he escondido,  yo abogo por la participación de las personas trans en el deporte de su categoría sentida. Creo que bastante complicada es la vida de las personas trans como para cerrarles también las puertas del deporte, que es un derecho fundamental y que debe ser universal. Opino que las federaciones deportivas ya tienen sus propios mecanismos para garantizar una competición justa. Otro debate es sí esos mecanismos son ecuánimes o no, por ejemplo, la liga de rugby internacional ha prohibido la participación internacional de cualquier mujer trans sin atender a ningún requisito. Eso es una discriminación flagrante a todo un colectivo. Creo que el debate de las personas trans no debe ser el deporte, ojalá fuese ese el problema porque significaría que en casa o en el colegio no tienen ninguno. 

Tras meses de debate finalmente salió adelante la conocida popularmente como Ley Trans, ¿por qué se ha generado tanta fricción con esta ley?

El PSOE es el partido que más se parece a España porque tiene representación hasta en el pueblo más remoto, por tanto hay opiniones de todo tipo, pero el compromiso del partido siempre ha estado claro, quedó refrendado en el congreso que se celebró el año pasado y nosotros hemos trabajado por la aprobación de la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans. Más allá del ruido y de las opiniones personales, respeto que cada persona tenga su propia visión, pero desde luego se ha visto claro que por mucho debate que hubiese la línea del partido era la que hemos seguido y al final quedó demostrada con los diputados que votaron a favor de que se aprobase la ley, que pasará a ser una realidad en unas semanas.

Cuando rascas un poco lo que hay detrás de la Lgtbifobia es puro machismo

¿Está satisfecho?

Es una ley que creo que muy necesaria y que recoge gran parte de la reivindicaciones históricas del colectivo LGTBI, y muy particularmente concibo que se le hace justicia a las personas trans que son la parte del colectivo más vulnerable y más necesitada. Era una cuestión de justicia democrática que tuvieran ese reconocimiento y esa dignidad. Evidentemente, sabemos que se han quedado fuera ciertas realidades y todas las leyes son mejorables. Creo que hay que estar satisfechos por lo que hemos sacado adelante y continuaremos trabajando para que aquellas realidades que se hayan quedado fuera con el tiempo se vayan incorporando.

Una de esas realidades es la violencia intragénero... 

Es un problema que existe pero no puede equipararse con la violencia machista, hacerlo suponía un debate que no entendemos y más cuando en diciembre fueron asesinadas 12 mujeres por sus parejas, hombres, y en enero seis. Creo que es una realidad que hay que contemplar y prestarle atención porque es un tema muy serio pero no es comparable a la violencia machista, que es una de las mayores lacras que tenemos como sociedad. Enmendamos esa parte de la ley y la opinión del partido en ese sentido es clara.

Tras la aprobación de esta última ley, que coloca a España a la cabeza en la defensa de la diversidad y los derechos humanos, ¿Cuál debería ser el siguiente paso?

Era muy importante recuperar ese liderazgo internacional con respecto a los derechos LGTBI. En la legislatura de Zapatero nos colocamos en cabeza no solamente con la aprobación de Matrimonio Igualitario también se quitó la obligatoriedad a las personas trans de tener que hacerse una reasignación de sexo para para poder cambiar su sexo en el Registro. Eso nos colocó incuestionablemente como líderes en esas políticas y todo el planeta nos miraba para intentar imitarlas. Una vez aprobadas las leyes queda por delante todo el trabajo de aterrizarlas. Que haya una legislación concreta no quiere decir que luego se apliquen, a veces terminan siendo papel mojado. Tenemos un objetivo muy importante que es el de aterrizar e implementar estas leyes, porque si no, no sirven para nada. Vamos a trabajar todo lo posible para que en este año que queda de legislatura se note la implementación de la ley trans.

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