Canarias, sin casos de echovirus 11

El patógeno puede provocar a los recién nacidos fallos hepáticos y daños en el corazón y en el sistema nervioso central

En España se han reportado dos cuadros

Una madre coge la mano de su hijo recién nacido-

Una madre coge la mano de su hijo recién nacido-

El Archipiélago se mantiene sin casos de echovirus 11 (E-11), una variante de un patógeno que, desde el pasado año, ha afectado a más de una veintena de niños recién nacidos en Europa y que puede provocar fallos hepáticos, daños en el corazón y lesiones en el sistema nervioso central (SNC). «Por ahora, lo que se ha descrito es que afecta sobre todo a varones con menos de siete días de vida, que nacen a través de embarazos gemelares espontáneos -sin técnicas de reproducción asistida de por medio-», informa Álvaro Torres, jefe de la Unidad de Vigilancia de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias. «Se adquiere por vía digestiva y se disemina por la sangre. La infección se puede producir por transmisión vertical o durante el parto, pero al tratarse de bebés tan pequeños es muy difícil averiguar la causa», agrega. 

En base a los datos aportados por los países, hasta el momento se han producido diez decesos. Fue el pasado mayo cuando Francia notificó un aumento de los casos de sepsis neonatal grave vinculados a este virus, tras anotar nueve cuadros de insuficiencia hepática y fallo multiorgánico, entre junio de 2022 y mayo de 2023. Siete de los aquejados fallecieron. También en España se registraron dos contagios. Concretamente, en dos gemelos prematuros que nacieron en enero del presente año, lo que provocó la muerte de uno de los bebés. 

Suecia, por su parte, reportó cinco casos de meningoencefalitis en lactantes por infección E-11 entre 2022 y junio de 2023, mientras que Italia detectó siete cuadros entre abril y junio de este año. También se ha confirmado la presencia del microorganismo en Reino Unido, que informó de dos casos el pasado marzo –los dos pacientes fallecieron–. El listado lo completa Croacia, con un diagnóstico positivo en la infección comunicado hace tan solo unas semanas. 

Los echovirus son virus de ARN que pertenecen al género de los enterovirus. «Conocemos a los echovirus desde hace mucho tiempo y sabemos que provocan enfermedades que habitualmente cursan de forma asintomática. Es cierto que a veces pueden provocar diarreas, pero no cuadros graves», sostiene el facultativo. 

Desde 2022, se ha registrado una decena de decesos en Europa por la infección

Ahora bien, ¿está detrás de los casos descritos una nueva variante? A juicio del especialista, no es posible sostener esta afirmación. «Hay que tener en cuenta que no ha transcurrido mucho tiempo desde que tenemos a nuestra disposición las técnicas moleculares que nos permiten caracterizar a los virus hasta casi el extremo. Por tanto, es probable que estuviera presente desde mucho antes, pero no teníamos la capacidad diagnóstica que existe ahora», anota. 

Según ha asegurado la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo para la salud pública es bajo, pero insta a los países a monitorear los casos y a informar sobre los nuevos contagios. Además, tanto el organismo especializado de las Naciones Unidas como los Centros Europeos para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) han solicitado la colaboración de todos los Estados miembros para que contribuyan con un mayor intercambio de datos. 

«Desde que saltó la alerta desde Francia en mayo de este año, pedimos a los laboratorios de Microbiología que nos dijeran cuántos casos habían tenido desde enero. A partir de entonces, se ha ordenado vigilar la presencia de esta sintomatología y de la meningitis, ya que también puede afectar al SNC. En ningún caso, el responsable de las meningitis que se han producido ha sido el echovirus 11», apostilla Álvaro Torres. 

Hay que señalar que, hasta la fecha, no existe un medicamento específico para manejar la afección, por lo que el tratamiento que se emplea es sintomático. «Si hay un fallo hepático, por ejemplo, se intenta paliar a través de una transfusión de plaquetas y otras técnicas. Si el resultado no es favorable, el siguiente paso será recurrir a un trasplante de hígado», detalla el profesional, que no duda en hacer un llamamiento a la calma. «La población no debe estar alarmada. Por suerte, se han producido muy pocos casos en Europa, y Canarias tiene capacidad para buscar estos cuadros y detectarlos», concluye. 

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