Literatura | David Sainz Cómico y cineasta

David Sainz: «He aprendido mucho de mí y de como soy gracias a la escritura de este libro»

El creador de la serie ‘Malviviendo’ presenta 'Chusma', un viaje por su niñez y adolescencia que gestó su pasión por contar historias

David Sainz en Madrid, con motivo de la presentación de su libro ‘Chusma’.

David Sainz en Madrid, con motivo de la presentación de su libro ‘Chusma’. / Efe

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

‘Chusma’, el segundo libro de David Sainz (Gran Canaria, 1983) es el proyecto más personal del autor de ‘Malviviendo’. Lo define como un viaje por su niñez y adolescencia donde relata con humor como el sentirse marginado por ser el niño al que eligen el último para jugar al fútbol, le permite cultivar un mundo interior extraordinario que lo conduce a hacer realidad el sueño de dedicarse, con éxito, a lo que más le gusta: contar historias.

Háblenos de ‘Chusma’, ¿Por qué ese título y qué historia hay detrás del mismo?

Chusma es la historia de mi infancia y de mi adolescencia hasta que al final conseguí, contra todo pronóstico, cumplir el sueño que tenía de niño, que era hacer pelis y contar historias. Y lo de chusma es porque en realidad, de niño, a pesar de que crecí en un barrio humilde, yo era un chaval que no tenía muchas habilidades sociales, no se me daba bien el deporte y, en esta primera etapa de mi vida, en parte porque yo me lo busqué y en parte porque tampoco sabía integrarme, fui un poco marginado por el resto, un poco chusma.

¿Por qué decidió escribirlo ahora?

Surgió la oportunidad gracias a Temas de Hoy del Grupo Editorial Planeta que me ofreció la posibilidad de contar mi propia historia, con el tono desenfadado que saben que utilizo a la hora de escribir, y la verdad es que a mí me resultó muy interesante poder hacerlo y, además, poder hacerlo para una editorial como esta. Por un lado, me dio un poco de vértigo, sinceramente, porque contar la vida de uno es más complicado, por lo menos para mí, que inventarse una historia completa, pero me pareció interesante y la verdad es que ha sido un viaje muy bonito, ha sido abrir cajones de la memoria que llevaban mucho tiempo cerrados y he aprendido mucho de mí y de cómo soy gracias a la escritura de este libro. Ha sido un viaje bonito, muchas veces emocionalmente duro, pero en general muy interesante. Creo que es un ejercicio que todos deberíamos hacer en algún momento porque es bastante terapéutico.

«El humor siempre ha sido un refugio y la manera de conseguir integrarme en la sociedad»

¿Ha influido la paternidad a la hora de querer concienciar sobre el bullying?

Evidentemente es un tema que siempre he tenido presente, siempre he sufrido por aquellos que podrían estar en una situación de sufrirlo. Lo cierto es que yo, por suerte, no sufrí un bullying físico, los hay muchos más duros que el que yo sufrí. No me voy a poner de abanderado de las víctimas, pero estar marginado por todos y la soledad que implica también es bullying y es bastante doloroso. Entonces, claro, mi hija a día de hoy me preocupa muchísimo, de hecho ahora que entra en el cole más. El que lo ha vivido, por lo menos desde el bando del perdedor, siempre va a estar un poco atento. Para mí es un problema desde el que he querido concienciar desde mi posición, pero también creo que es un tema que no depende del abusón ni del abusado tanto como del resto, de los que están en medio y podrían formar una parte activa a la hora de impedir que eso pase.

Ha comentado en varias ocasiones que sus padres se iban a encontrar con una parte desconocida de su hijo en este libro, ¿Cuál ha sido la respuesta de ambos al mismo?

Todavía no me la han dado, están leyéndolo de momento. Evidentemente, sobre todo en la época adolescente, hay muchas cosas que uno no cuenta a sus padres por pura supervivencia, y claro, mis padres descubrirán todo eso. Pero también en parte es una especie de carta de disculpa a ellos, porque es verdad que a pesar de haber sido un niño muy bueno, me convertí en un adolescente bastante complicado que ellos tuvieron que sufrir y tuvieron que gestionar de la manera que supieron. Si hay alguien a quién se les pide disculpas de una manera indirecta en este libro es a ellos, que siempre me dieron todo lo que tuvieron a su alcance para que fuese feliz, y al final un hijo no se da cuenta de lo que cuestan las cosas hasta que ya es adulto.

¿El mundo de la cultura le ha ayudado a curar heridas?

Si, desde pequeño, no es algo que descubriese de mayor. Como niño al que no se le daban bien los deportes y que no tenía amigos, me refugiaba mucho en la imaginación propia y además en las películas que veía o en la televisión que consumía, para mi siempre ha sido un refugio y primero fue un sueño y un juego y terminó siendo mi oficio. Entonces la verdad es que ha sido una parte muy importante de mi vida en general.

«El niño de la portada nunca dejó de contar historias, a pesar de asumir que era un sueño imposible»

¿Qué papel juega el humor a la hora de describir una realidad complicada?

El humor es indispensable prácticamente para todas las cosas de la vida y, sobre todo para hablar de algo que es complicado. A ver, también quiero matizar aquí, que mi vida, como la de todos, ha tenido momentos más complicados y momentos más fáciles, todos pasamos por momentos así sobre todo cuando somos niños y adolescentes y vamos entendiendo paulatinamente, cómo funciona el mundo. La infancia y la adolescencia, que es un poco de lo que habla este libro, es la parte de la vida en la que uno se termina formando y al final somos el resultado de estas dos etapas. Esa sensación de sentirme marginado en un primer momento, o de asumir que cuando elegían jugadores para echar una pachanga de fútbol, a mí me iban a elegir el último y después tener que refugiarme mucho en la imaginación, al final, por suerte, me sirvió para sacarle partido y terminar dedicándome contra todo pronóstico a lo que creí que iba a ser sólo mi hobby. En realidad el humor siempre ha sido un refugio y de hecho, fue la manera, antes de la cultura, de conseguir integrarme en la sociedad, en los grupos a los que de niño no conseguía pertenecer. Cuando fui adolescente desarrollé mucho sentido del humor y hacer reír a la gente fue lo que hizo que terminase entrando en los grupos y terminase teniendo ya, por fin, mi pandilla de amigos.

¿Qué nos quiere decir ese niño de la portada del libro disfrazado de Superman?

Ese niño siempre fue, sobre todo, un soñador. No hay niño más alejado de Superman que el niño de esa portada que va vestido de él y sin embargo, cuando estaba solo en su cuarto se imaginaba salvando ciudades, con superpoderes que en realidad no tenía. Esa imaginación que siempre fue mi refugio, mi lugar seguro, y todas esas ganas y todos esos sueños de un niño que no tenía padrinos dentro del mundo audiovisual, ni siquiera tenía la esperanza de poder formar parte de eso, era un sueño como muy imposible y muy lejano, y sin embargo, nunca dejé de grabar cosas con mis amigos, ni de inventar historias. Y al final lo consiguió, pero la base es que ese niño, por suerte, nunca ha dejado de contar historias a pesar de que asumía que no iba a hacerlo profesionalmente.

¿Qué le diría a ese niño hoy?

Por un lado, no le diría nada para que todo saliera igual de bien que como al final ha salido, pero sí que me acercaría y le daría un abrazo, porque aunque tenía la suerte de tener los de su familia, hubo momentos en los que se sintió muy perdedor y me gustaría que hubiera sabido que al final todo iba a salir así de bien, más incluso de lo que ese soñador había soñado.

Termina el libro con el lanzamiento de ‘Malviviendo’ que ha revolucionado las webseries en España. ¿Cuál es su análisis 15 años después de este éxito?

Llegamos en un momento adecuado a un lugar donde no había todavía un producto como el que nosotros hicimos. Aunque ya ha pasado mucho tiempo, para nosotros ha sido la puerta que nos dejó entrar a este mundo al que queríamos llegar, no solo yo, sino los que me acompañaron en este viaje que también en su lugar de residencia, cada uno a su manera, soñaron con lo mismo que yo, y tuvimos la suerte de encontrarnos.