Iglesia

Plasencia es la única diócesis de España que señala a encubridores de abusos

El Defensor del Pueblo destaca "el ejercicio de notable transparencia" que ha realizado esta sede

Las tres diócesis extremeñas comunican 9 casos, todos cometidos por sacerdotes, y 10 víctimas

Informe del Defensor del Pueblo.

Informe del Defensor del Pueblo. / J.L.B.

Guadalupe Moral / Raquel Rodríguez Muñoz

Plasencia es la diócesis española que más información ha ofrecido al Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica. Así lo asegura el informe presentado el pasado viernes y en el que destaca Plasencia, junto a Lleida, Cartagena, Guadix, Jerez, Getafe y Astorga por la «calidad de sus datos» en cuanto a los agresores, aunque la diócesis placentina va más allá: "en un ejercicio de notable transparencia, la de Plasencia es la única diócesis española que señala presuntos encubridores en su descripción de los casos", asegura.

El primer informe, con más de 700 páginas, que arroja luz sobre la pederastia en la Iglesia ha sido elaborado por una comisión independiente que ha trabajado durante más de 15 meses. Aunque no ofrece cifras concretas de víctimas, recoge una encuesta para desvelar la dimensión de los abusos así como las respuestas que han ofrecido cada una de las diócesis del país. 

Las tres sedes eclesiásticas extremeñas se han mostrado abiertas a colaborar. Según la información que han facilitado a la comisión investigadora, las diócesis de Extremadura han comunicado oficialmente nueve casos de abusos sexuales dentro de su seno: la de Plasencia ha notificado cuatro casos, seguida de la archidiócesis de Mérida-Badajoz con tres y, por último, la provincia de Coria-Cáceres con dos casos. 

Sobre los agresores, las tres instituciones han destacado que los nueve casos de abusos han sido cometidos por sacerdotes, pero reconocen más víctimas: un total de 10 entre las tres diócesis extremeñas. En la de Coria-Cáceres a pesar de apuntar a dos agresores solo se habla de una víctima, un varón menor de edad. En Mérida-Badajoz se especifica que son tres víctimas, pero no se detallan ni el sexo ni la edad, mientras que en la diócesis de Plasencia se reconocen al menos seis víctimas, todas son menores de edad. Se especifica que hay al menos cuatro hombres y una mujer, por lo que queda una víctima sin concretar.  

Los casos reportados por las tres sedes eclesiásticas revelan que al menos 7 de las 10 víctimas son menores

Entre la información que aportan las distintas sedes eclesiásticas, está también la década en la que se produjeron los casos de abuso. Así, la diócesis de Coria-Cáceres no aporta referencias, mientras la de Mérida-Badajoz cita que dos casos ocurrieron entre 1980 y 1990 y tercer caso entre 2000-2023. También responde a esta cuestión la diócesis de Plasencia que fecha sus cuatro casos comunicados: dos ocurrieron entre 1960 y 1979, uno de ellos fue entre 2000 y 2023 y otro sin determinar. Y en todos los casos, aseguran al Defensor del Pueblo, han intervenido tanto mediante un procedimiento civil como canónico. 

Asimismo, como la mayoría de las diócesis del país, las tres extremeñas también explican que cuentan con sendas oficinas de recepción de denuncias y atención a víctimas de abuso sexual desde marzo de 2020 en el caso de las dos sedes de la provincia de Cáceres y a partir de septiembre de 2021 en la archidiócesis de Mérida-Badajoz. De esta última provincia eclesiástica se detalla en el informe que cuenta con un protocolo de prevención y actuación frente a abusos sexuales a menores.

Los obispos extremeños guardan silencio hasta la asamblea

El informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales cometidos por la Iglesia Católica en España ha puesto el foco en la institución, que ayer celebró una Asamblea Plenaria extraordinaria para analizar la situación. Los obispos de las tres sedes eclesiásticas extremeñas participaron ayer de forma telemática en la cita de la Conferencia Episcopal Española, que comenzó por la tarde. Pero ninguno de los dirigentes regionales quisieron ayer valorar este informe. Son el arzobispo de Mérida-Badajoz Celso Morga, el obispo de la diócesis de Coria-Cáceres Jesús Pulido y el obispo de Plasencia Ernesto Brotóns quienes están al frente de las tres provincias eclesiásticas de Extremadura, pero ninguno se ha manifestado públicamente por el momento y no lo harán al menos hasta que no se pronuncie la Conferencia Episcopal, que ofrecerá una rueda de prensa esta mañana para mostrar su postura oficial. 

A la espera de las declaraciones, el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, aseguró el pasado sábado -un día después de presentarse el informe alCongreso- que las cifras extrapoladas a través de una encuesta, que arrojan más de 440.000 víctimas, "son mentira y tienen intención de engañar". A pesar de esto, en un mensaje en su perfil de Twitter emitido desde Roma, el presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal de Barcelona reconoce que cada víctima "es un drama terrible a la que pedimos perdón y acompañamos". "Seguimos trabajando para acabar con esta terrible lacra en la Iglesia y en toda la sociedad. No nos cansaremos de pedir perdón a las víctimas y trabajar por su sanación", subrayó Omella.

El informe elaborado por la institución que preside Ángel Gabilondo denuncia la actitud de la Iglesia, a la que acusa de negar y minimizar durante décadas el problema y le insta a apoyar a las víctimas y a participar activamente en la creación de un fondo de reparación.

Suscríbete para seguir leyendo