Salud mental

Las mujeres con esquizofrenia sufren más delirios y depresión que los hombres y están peor diagnosticadas

La enfermedad en mujeres puede confundirse con otros trastornos, lo que pude conducir a que exista un infradiagnóstico 

Un paciente con un trastorno de salud mental.

Un paciente con un trastorno de salud mental. / FERRAN NADEU

Beatriz Pérez

La esquizofrenia tiene un claro eje de género. Las mujeres con esquizofrenia presentan diferencias con respecto a los hombres con el mismo trastorno mental: ellas sufren más delirios, alucinaciones y síntomas depresivos que ellos. En paralelo, también padecen un mayor infradiagnóstico o diagnóstico erróneo porque esta enfermedad mental en mujeres puede confundirse con otros trastornos. Por todos estos motivos, el Hospital Universitario MútuaTerrassa ha inaugurado la Unitat Funcional de Dones amb Esquizofrènia (UFDE), pionera en el mundo, para tratar a este colectivo. Uno de sus objetivos es alargar su esperanza de vida.

Una unidad especializada del Hospital MútuaTerrassa buscar mejorar el acceso de estas mujeres a la sanidad y alargar su esperanza de vida

"Las mujeres con esquizofrenia tienen unas necesidades específicas, ya que presentan diferencias en la salud física y mental y factores de riesgo psicosociales", explica Mari Carmen Natividad, jefa del Servicio de Salud Mental de Adultos de MútuaTerrassa. Natividad recuerda que el sexo biológico predispone a la hora de tener ciertas patologías. "Por ejemplo, los estudios epidemiológicos nos dicen que las mujeres presentan, con mayor frecuencia, enfermedades autoinmunes que los hombres", dice.

Y dentro del propio colectivo femenino también hay diferencias: las pacientes con esquizofrenia corren "más riesgo" de sufrir cáncer ginecológico (mama, ovario) que las que no presentan este trastorno mental, "probablemente por no participar en los programas de cribado". "Estas mujeres tienen dificultades para acceder a los servicios o lo hacen tarde. Hay necesidades de salud física realmente diferentes", destaca esta psiquiatra.

Además, las mujeres presentan una edad de inicio de la enfermedad más tardío respecto a los hombres y síntomas clínicos caracterizados por "mayor presencia de delirios, y alucinaciones, así como síntomas depresivos". "En hombres es más frecuente la presencia de síntomas negativos y cognitivos", apunta Natividad. Así, en este sentido se requiere una orientación diferente del tratamiento específico, no solo psicofarmacológico, sino también psicológico por la propia sintomatología.

Toda esta situación puede llevar a que exista un infradiagnóstico de la esquizofrenia en mujeres. "Si por género entendemos la construcción social que hacemos del sexo, desde un punto de vista fenomenológico, puede haber diferencias a la hora de vivenciar y expresar los propios síntomas desde la perspectiva de ser hombre o mujer", señala Natividad. Esta es precisamente otras de las finalidades de la UFDE: paliar el infradiagnóstico y lograr que estas mujeres accedan antes a los servicios de salud.

Necesidad de apoyo

Según esta psiquiatra, es habitual que las mujeres con esquizofrenia empiecen en la enfermedad teniendo más cargas familiares y que incluso algunas de ellas sean madres solteras. Esto es porque los síntomas suelen aparecer más tarde en la mujer que en el hombre, por lo que, cuando esto ocurre, es muy posible que ellas ya hayan accedido a los estudios, al mercado laboral e incluso hayan formado una familia. "Por tanto, van a necesitar apoyo cuando, por la enfermedad, no puedan sobrellevar la exigencia de estas cargas laborales, familiares o sociales. Muchas veces no encuentran ese apoyo en el entorno inmediato", apunta la psiquiatra.

Según Natividad, no hay una única hipótesis para explicar las diferencias en la esquizofrenia entre hombres y mujeres. Una de ellas es la posible protección estrogénica, según la cual los estrógenos son protectores a nivel cerebral y, por tanto, protegen a las mujeres de presentar esquizofrenia entre la primera menstruación y la menopausia (esto es, en el periodo de vida reproductiva). "Otra de las posibilidades es que las mujeres con esquizofrenia son más vulnerables y presentan un mayor riesgo de victimización y violencia", dice.

La UFDE cuenta también con una serie de observatorios de salud y riesgo psicosocial, que son grupos de trabajo con reuniones mensuales en los que se abordan problemas de salud física, salud mental y aspectos como la exclusión social y la discriminación. Estos observatorios cuentan con equipos de vigilancia formados por profesionales que proponen intervenciones basadas en evidencia científica y en las necesidades de cada paciente.

Suscríbete para seguir leyendo