La ULPGC impulsa la conciencia social a través de la creatividad literaria

Conseguir un aprendizaje significativo que produzca un cambio en la sociedad e impulse un «ecosistema saludable». Con este objetivo nació el proyecto EcoAprendemos, una iniciativa pionera en España del grupo de cooperación del Centro de Investigación de Ciencias Exactas e Ingenierías (CICEI) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) que, con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, impulsa la conciencia y la transformación social a través de la creatividad literaria.

«EcoAprendemos promueve un aprendizaje con sentido, que no sea sólo aprender por aprender, sino para formar parte de una comunidad en la que lo que aprendemos sirve para ayudar a los demás y a nosotros mismos», señala Amaya Blanco, profesora de escritura creativa y coordinadora del citado proyecto.

Proyecto piloto

Una de las primeras acciones puesta en marcha por Blanco con la colaboración de la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC, a través de los profesores Juana Rosa Suárez Robaina y Miguel Sánchez, fue la realización de una metodología, que combina el servicio a la comunidad con el aprendizaje significativo. «Empezamos con la impartición de un taller sobre escritura creativa y acción social, un proyecto piloto, pionero en España, dirigido a comprobar si la acción social tenía alguna repercusión en los estudiantes de escritura creativa y, a su vez, si la escritura creativa también podía influir de forma positiva en la sociedad», experiencia que fue el germen de la tesis doctoral de Amaya Blanco en la ULPGC.

Durante tres meses, se impartieron clases sobre técnicas narrativas y literarias, mezcladas con conocimientos de la acción social y la construcción de comunidad. A cada uno de los participantes en el taller se les preguntó sobre qué realidad les gustaría trabajar, se dividieron en grupos, cada uno sugirió un colectivo social y se les pidió que escribieran un relato sobre el mismo, pero sin haber trabajado directamente con ellos, sólo a través del conocimiento que tenían de antemano. Los temas propuestos fueron medioambiente, migración, Asperger y jóvenes en riesgo de exclusión social.

«En estos primeros relatos detectamos muchos prejuicios. Por ejemplo, con los inmigrantes siempre salían las típicas ideas de que vienen a quitar trabajo; en lo que respecta al medioambiente, sólo se nos ocurrían las tres erres de reciclar; sobre Asperger había un desconocimiento enorme; y con los jóvenes en riesgo de exclusión social, muchos bulos y falsas creencias».

El siguiente paso fue contactar y prestar servicio en distintas asociaciones vinculadas con los colectivos sociales elegidos. Así, trabajaron con la Fundación Foresta para los temas de medioambiente: las asociaciones Mojo de Caña y Comunidad Baha’i, en el área de jóvenes en riesgo de exclusión social; la Asociación AsperCan sobre el síndrome de Asperger; y Cruz Roja para inmigración.

Aprendizaje-servicio

Con estas organizaciones llevaron a cabo el proyecto de aprendizaje-servicio, diseñado por las propias alumnas del taller, y tras la experiencia escribieron un nuevo relato. «Como profesora de escritura creativa hice un estudio comparativo entre ambos textos, el de antes y el de después, y no había color, mejoraban un 123% las capacidades narrativas y literarias de las autoras, así como otra serie de capacidades de desarrollo personal», apuntó la coordinadora del proyecto, que constató que el aprendizaje-servicio y la vinculación con la acción social, son capaces de crear un impacto importante en los estudiantes de escritura creativa.

Este trabajo se plasmó en el libro Yo soy tú. Cuentos para reconocernos, una antología bilingüe, que integra los seis relatos finalistas, tres centrados en migración e integración desde distintos ámbitos, uno en medioambiente, otro en Asperger y el otro en jóvenes en riesgo de exclusión social. «Con este libro queríamos impactar en la sociedad y que nuestros relatos sirvieran para lo que han sido creados, para concienciar sobre estos colectivos que son bastante invisibles, para darles voz e intentar derribar esos prejuicios que nosotras mismas teníamos antes de esa experiencia».

El libro, que se publicó con el apoyo del Área de Solidaridad del Cabildo de Gran Canaria, contó también con la colaboración de Susan Cranfield, profesora de la Facultad de Traducción e Interpretación de la ULPGC, encargada de la traducción al inglés de los textos, para su uso como material didáctico bilingüe.

Cien ejemplares con destino el aula

En total se publicaron cien ejemplares, que están a disposición de los centros educativos de la Isla que quieran disponer de los mismos en calidad de préstamo. «No sabíamos cómo hacerlos llegar a las aulas, porque cien es poca cantidad para abarcar a todos los centros, pero desde la Consejería de Educación nos ofrecieron esta solución que nos pareció muy buena, y en breve se empezarán a distribuir».

La eficacia de este método de escritura creativa y acción social se comprobó a través de unos talleres realizados en el IES Guía. El éxito de esta acción se tradujo en la guía didáctica Palabra Escrita y Aprendizaje-Servicio. Guía didáctica de la antología ‘Yo soy tú. Cuentos para reconocernos’, cuyos autores son Amaya Blanco, y los profesores del Máster del Profesorado de la ULPGC, Juana Rosa Suárez y Miguel Sánchez.

«Se trata de una guía didáctica al servicio de cualquier profesor que quiera, a través de los cuentos, generar esa conciencia social a la vez que desarrolla su asignatura. Y además, vimos que podía ser interesante incluir la guía dentro de una materia del Máster delProfesorado, de forma que esté al alcance de los futuros profesores. Era la mejor manera de que el proyecto tenga larga vida, porque esto se va a seguir dando en esa asignatura durante muchos años y va a formar a muchos alumnos».

Asimismo, el proyecto ha incluido una colaboración con la Universidad de Sfax (Túnez), expertos en inteligencia artificial y analítica de datos, para ver el papel que puede tener estas disciplinas en el ámbito de la escritura creativa y acción social.

«Es muy difícil cambiar la sociedad si no vas a la emoción, al corazón, a los sentimientos, porque los datos son importantes, están ahí, pero estamos hartos de escuchar, por ejemplo, gente que muere ahogada en el mar y eso no nos mueve. Sin embargo, una historia contada en primera persona a través de un relato, permite meternos en la piel de los migrantes y los ves con otros ojos». Esa es la esencia del proyecto EcoAprendemos, probar que se puede cambiar el mundo pero a través de la emoción, de los sentimientos, «y eso se hace con el arte y la ciencia de la mano», concluyó Amaya Blanco.