Los sindicatos piden la dimisión de dos jefes de servicio del Hospital Insular

Asaca denuncia las «irregularidades» que se producen en las áreas de Rehabilitación y Cardiología del centro hospitalario

Una profesional atiende a un paciente en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Una profesional atiende a un paciente en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. / LP/DLP

La Asociación Sindical Autónoma de Canarias (Asaca) pide la dimisión inmediata de los responsables de los servicios de Rehabilitación y Cardiología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria por las «irregularidades» que asegura que se cometen en estas áreas. Según denuncia el colectivo, la situación ha derivado en un intenso sentimiento de malestar entre los trabajadores, por lo que este miércoles mantendrá una reunión con el gerente del complejo hospitalario, José Blanco, en la que formalizará esta solicitud. «El servicio de Rehabilitación ha tenido una importante pérdida de médicos rehabilitadores porque están muy disconformes con la gestión que realiza la jefa del área, Mavira Santandreu. El asunto nos preocupa y hay que tomar medidas», manifiestan los portavoces del sindicato. Desde el Hospital Insular, rehusaron este martes hacer declaraciones sobre estas cuestiones.

Tal y como informan, desde diciembre hasta ahora se han producido tres renuncias al puesto de trabajo. Al listado se suma la jubilación de un efectivo en noviembre, lo que se ha traducido en una notable reducción de la plantilla. En la actualidad, el servicio está integrado por una veintena de facultativos. «Hay otros que se están planteando la posibilidad de prestar servicios en otras gerencias o en centros privados. El problema es grave, ya que la lista de espera para recibir asistencia es cada vez más extensa y el personal es escaso por la falta de especialistas formados», lamentan. 

Días de libre disposición

Una de las quejas que trasladan los trabajadores del área está relacionada con el derecho a disfrutar de los días de libre disposición anuales, que desde el pasado enero ascendieron a siete. Aunque el personal no debe dar explicaciones a la hora de solicitarlos, la petición tiene consecuencias negativas en sus agendas. «Cuando ejercen este derecho, la jefa del servicio obliga a los trabajadores a reasignar ellos mismos una fecha a los pacientes para que acudan a consulta. Esto, además de aumentar su carga de trabajo cuando se reincorporen, no es competencia suya», defienden desde Asaca.

Otros de los conflictos acontecidos se centran en la prohibición de realizar tareas de investigación a ciertos profesionales y en las desigualdades a la hora de repartir el volumen de trabajo. «Esto ha generado mucho descontento. La prueba está en que cada vez se van más médicos del servicio», anotan. 

Con el fin de tratar estos problemas, los miembros del sindicato han mantenido dos reuniones con la directora médica del complejo, Ana Castellot. Una de ellas tuvo lugar en junio de 2023, mientras que la segunda se celebró el pasado 14 de febrero. «No hemos apreciado que exista voluntad para reconducir la situación y no se han producido cambios. Por eso, queremos abordar todo esto con el director gerente», adelantan. 

La agrupación celebrará este jueves una reunión con el director gerente del complejo

En el servicio de Cardiología también impera el desánimo. Hay que recordar que en marzo de 2019, cinco especialistas de la unidad demandaron ante los juzgados de lo social de la capital grancanaria al Servicio Canario de la Salud (SCS) por incumplir las obligaciones legales en riesgos laborales, tras agotar la vía administrativa contra el responsable del área, Francisco Jiménez –actualmente en el cargo–. 

Los denunciantes responsabilizaban de los hechos a la «pasividad y/o inactividad de la Gerencia del complejo» ante el deterioro «grave» de las condiciones de trabajo desde 2016, cuando el facultativo fue nombrado jefe del servicio en funciones. Un desgaste que, según reza parte del texto de la demanda, se debía a la «actitud despótica y arbitraria del jefe de servicio, dirigida a amedrentar y a coaccionar a los facultativos y al personal sanitario que considera como no afines y sin atender a razonamiento alguno».  

La Justicia no les dio la razón, pero desde la organización sindical garantizan que los problemas han ido a peor. Tanto es así, que hay médicos que han visto suprimidas sus guardias. ¿El motivo? Cuestiones de reorganización. «Ofrece esa excusa para justificar su decisión, pero en realidad lo que busca es aburrir al personal. También les quita consultas y los envía a otros centros de atención especializada», comenta la misma fuente. 

En el transcurso de cinco años, se han marchado del servicio tres profesionales. Otros, en cambio, han necesitado solicitar una baja laboral o una reducción de jornada. «La semana pasada intentamos hablar con Jiménez, pero nos dijo que no éramos interlocutores válidos y nos derivó a Ana Castellot. Queremos que se tomen medidas urgentes para acabar con estos problemas», concluyen los representantes de los trabajadores. 

Un problema de base

«Es innegable que la Gerencia del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil –Chuimi– es la que peor funciona en Gran Canaria. Los números hablan por sí mismos: éxodo de profesionales a otras gerencias, acumula el mayor número de denuncias interpuestas contra el Servicio Canario de la Salud –SCS– por los trabajadores y por los pacientes, y continuamente se deniegan permisos y libranzas», denuncia en un comunicado el sindicato Asaca, cuyos representantes celebrarán este miércoles una reunión con el director gerente del complejo, José Blanco. «Se están produciendo irregularidades en algunos servicios y vamos a pedir la dimisión inmediata de los jefes de Rehabilitación y Cardiología. No podemos seguir soportando que se produzcan injusticias», remarcan desde la agrupación. | Y.M. 

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