Casi seis de cada diez canarios padecen exceso de peso y dos de ellos obesidad

Se espera que estas cifras crezcan un 1% cada año hasta 2035

El sedentarismo, la mala alimentación y la pobreza se relacionan con las altas tasas de obesidad y sobrepeso

Dos hombres con exceso de peso en la calle.

Dos hombres con exceso de peso en la calle. / USC SANTI ALVITE

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Casi seis de cada diez canarios (el 53,5%) padecen exceso de peso. Para dos de ellos, ese exceso se traduce en obesidad. El problema, además, se agrava con la edad, pues son las personas mayores de 65 años los que muestran unas tasas de obesidad y sobrepeso por encima de la media hasta el punto de que el 64% de las mujeres y hombres que superan esta edad padecen una de las dos condiciones. 

Estos datos, que se sustraen de la Encuesta de Salud de Canarias de 2021, ponen de relieve un problema que se está produciendo en todo el mundo:y es que la obesidad se está convirtiendo en una verdadera pandemia. Es de hecho, junto al tabaquismo, uno de los factores de riesgo modificables más importantes.

 Por esta razón, en el Día Internacional de la Obesidad, que se celebra cada 4 de marzo, los expertos recuerdan de que esta patología no solo afecta por sí misma a la salud de la población, sino que también ejerce un importante papel como factor de riesgo. No en vano, la obesidad aumenta, entre otras cosas, a sufrir eventos cardiovasculares. Y para muestra, un botón. Los canarios, que arrastran desde hace años unas altas prevalencia de obesidad y sobrepeso, mueren mucho más por cardiopatía isquiémica. 

«Su influencia ante las enfermedades cardiovasculares se incrementa al ser un factor importante en la hipertensión, la diabetes y la hipercolesterolemia», explica Ricardo Huerta, cardiólogo clínico y hemodinamista del Hospital Vithas Las Palmas. Se calcula, por ejemplo, que entre el 60 y el 70% de la hipertensión en adultos es debida a la adiposidad, junto a los antecedentes familiares de hipertensión. «Si sumamos el tabaquismo ya tenemos la tormenta perfecta», relata el especialista en cardiología.

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, en 2022, el 25,5% de los canarios tenía hipertensión o tensión alta (la cifra más alta de España), el 33,5 tenía colesterol (la segunda cifra más alta del país) y un l0,6% padecía diabetes. Estos tres problemas crónicos están íntimamente asociados al exceso de peso.

Es muy frecuente el paciente con antecedentes familiares de hipertensión que desarrolla sobrepeso-obesidad y termina siendo hipertenso a edades tempranas, mientras el hermano con normopeso que se cuida no la padece», expone Huerta. Así, las enfermedades asociadas más vistas en consulta son cardiopatía hipertensiva y la arritmia frecuente y la hipercolesterolemia con antecedentes familiares de infarto de miocardio precoz. «Los cardiólogos tratamos con premura estas patologías para que el paciente mejore su calidad de vida y viva más años», insiste Huertas. 

La obesidad en Canarias se ha relacionado en diversas ocasiones con el sedentarismo, la mala alimentación y la pobreza de Canarias. Y es que el 31,2% de los canarios pasan el día sentados y andan muy poco, una cifra que asciende al 36,3% en mayores de 65. El 28% de los canarios también admiten tener un nivel muy bajo de actividad. Con respecto a la alimentación, un 30% de los canarios consume bollería, dulces o cereales azucarados tres o más veces al día y un 5% consume comida rápida también con la misma frecuencia. 

En Canarias, el 25,5% de los adultos tienen hipertensión, siendo la cifra más alta de España

En 2004, la Encuesta de Salud e Ingresos de Canarias (ESI) trató de relacionar el exceso de peso con la pobreza, concluyendo que el 64,7% de las personas que sufrían esta condición sobrevivían con menos de 400 euros al mes. En este sentido, lo que más preocupa es cómo la obesidad está llegando a toda la sociedad, cebándose incluso con los más pequeños, ya que el 32% de los menores de 2 a 17 años padecen sobrepeso u obesidad en las Islas. 

Aprovechando la conmemoración de este día mundial, catorce sociedades científicas han lanzado la Guía Española del Manejo Integral y Multidisciplinar de la Obesidad en Personas Adultas, Guía Giro, con el objetivo de ofrecer información y herramientas actualizadas acerca de esta enfermedad, tanto a profesionales de la salud como a pacientes, ante la falta de un Plan Nacional de abordaje de la obesidad en adultos.

La presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), María del Mar Malagón, destacó que la guía se conforma como un «reto» e «hito histórico» en el abordaje de la enfermedad ya que, en estos últimos años, no se dispone de información actualizada.

En este sentido, advirtió que las previsiones para el 2035 apuntan al aumento del 1% anual de esta cifra. En total, la guía se divide en cinco bloques, entre ellos, la necesidad de tratar la obesidad como una enfermedad "crónica y compleja que debe ser tratada a largo plazo"; la necesidad de avanzar en personalización, en abordaje y en tratamiento, así como de implementar medidas de concienciación en la sociedad, según ha detallado el vicepresidente de la Seedo, Albert Lecube.

En esta línea, el vicepresidente de la Seedo ha puntualizado la necesidad de dejar atrás la estigmatización del paciente ya que padecer la enfermedad no depende de uno mismo, sino que «la obesidad te elige a ti». De esta manera, ha insistido en cambiar el foco del tratamiento y centrar la atención en las causas de la obesidad, así como empoderar al paciente en la toma de decisiones. También existe una petición desde distintos organismos científicos de dejar de llamar a la enfermedad «obesidad» para evitar la estigmatización del paciente. 

En palabras del coordinador del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), José Manuel Fernández García, la guía también «destaca la importante función multidisciplinar de los profesionales que trabajan en Atención Primaria para diagnosticar y tratar esta enfermedad con tantas comorbilidades asociadas a las enfermedades cardiovasculares», así como a «ciertos tipos de cáncer», «enfermedades respiratorias, digestivas, articulares, de la salud mental y reproductiva».

En cualquier caso, además de la prevención, juega un papel importante acudir a una consulta cardiológica si se detectan signos de alarma o de forma preventiva a partir de los 45 años para realizarse chequeos anuales, o incluso antes si existen factores de riesgo.

«Los signos más frecuentes, aunque no únicos, que alertan de la necesidad de acudir a consulta son dolor en el pecho y falta de aire relacionado con el esfuerzo y que alivia con el reposo. Supone una urgencia potencialmente mortal la aparición súbita de este tipo de síntomas, incluso en reposo y estando previamente bien», concluye Huerta. 

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