El Hospital Insular innova con una técnica para implantar iris artificiales

Los profesionales ya han intervenido a un paciente y los resultados han sido satisfactorios

Los candidatos mejoran su capacidad visual y su calidad de vida

Implante de iris artificial en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria

La Provincia

El Hospital Universitario Insular de Gran Canaria realiza desde marzo una nueva técnica para implantar iris artificiales a las personas que sufren un defecto iridiano de tipo traumático o congénito. Y es que esta membrana no solo cumple una función estética, también modula la cantidad de luz que llega a la retina. «De momento, se ha sometido al procedimiento un varón de 75 años que había perdido aproximadamente el 50% de la superficie del iris tras una cirugía de cataratas complicada», explicó este miércoles la doctora Isabel Guedes, especialista del servicio de Oftalmología del citado centro capitalino, durante el acto de presentación del procedimiento. La cirugía se prolongó tres horas y cumplió con las expectativas del equipo. 

Tal y como detalló la facultativa, el iris artificial es, en realidad, una estructura de silicona que tiene un tamaño predefinido de fábrica. Ahora bien, es tarea de los médicos seleccionar el color que más se asemeje al que presenta el paciente. «Realizamos unas mediciones previas y procedemos a cortar ese iris. Después, suturamos en la cara posterior la lente que vamos a implantar», precisó la oftalmóloga, que además resaltó la necesidad de asegurar el ajuste para evitar desplazamientos.

Para extraer la lente defectuosa es necesario realizar una incisión escleral de unos seis milímetros. El siguiente paso es implantar el complejo iris-lente que ha sido prediseñado antes de comenzar la cirugía. «Es sumamente importante dejar centrada la lente para que cumpla la función óptica. Cuando comprobamos que está todo en orden, procedemos a cerrar por planos», indicó la doctora Guedes. Solo unas semanas después de la operación, el paciente intervenido recuperó el 90% de la visión. 

Menor complejidad

Hasta el momento, el complejo realizaba esta práctica a través de un procedimiento que requería hacer una incisión de 12 milímetros, pues se empleaba un material más rígido. Los nuevos implantes, en cambio, solo se fabrican en Alemania y se adaptan muy bien a la anatomía del ojo, lo que se traduce en una intervención más sencilla y en un proceso de recuperación más rápido

Pero, ¿es habitual recurrir a estas cirugías? Según afirmó el doctor Francisco Cabrera, no. «Esta patología no es muy frecuente, y afecta sobre todo a personas jóvenes. Cuando es fruto de causas traumáticas, suelen ser hombres que ven comprometida su vida familiar y laboral», informó el jefe del servicio. 

Gracias a esta técnica –que requiere anestesia local–, los pacientes no solo mejoran su capacidad visual, también su calidad de vida, ya que, además de sufrir fotofobia, se enfrentan al compromiso estético de no tener el iris en su totalidad. No obstante, el nivel de visión que se puede llegar a recuperar dependerá de la gravedad de cada cuadro. 

«Desde que comenzamos a hacer estas operaciones, hemos intervenido a cuatro personas. Ahora, como la técnica es más sencilla y más fácil de ejecutar, esperamos abarcar más», apuntó el doctor Julio Pérez, jefe de la sección de Córnea y Cristalino del servicio de Oftalmología. 

Ahora mismo, no hay requisitos que sean excluyentes a la hora de seleccionar a los pacientes para ser intervenidos. De hecho, es posible extrapolar la práctica a las personas que han perdido la visión. «Aunque esto haya sucedido, nos plantearíamos la idea de colocar una lente de este tipo para mantener el aspecto estético», admitió la doctora Guedes. «El implante de iris no tiene ninguna contraindicación y se puede recurrir a él, incluso, en los casos en los que no existe ningún tipo de soporte a nivel ocular porque se puede suturar», aclaró. 

Las complicaciones que más se describen al someterse a esta cirugía son hemorragias en la parte posterior del globo ocular. Para evitarlas, el equipo médico emprende una serie de maniobras intraquirúrgicas. Entre las principales causas que suelen llevar a los pacientes a demandar esta operación destacan la aniridia congénita, los traumatismos quirúrgicos y aquellos que son fruto de accidentes. 

«Con esta iniciativa, conseguimos aumentar la cartera de servicios de los procedimientos que se ofrecen en Oftalmología», valoró el doctor Eduardo Jerez, subdirector médico del área quirúrgica. 

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