El Machu Picchu de Canarias: el primer espacio natural en el que se cobrará por entrar

El acceso diario se limita 275 personas y busca mejorar los servicios y la seguridad en la zona

Un paseo por Masca, el Machu Picchu de Canarias

T. M. R.

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, anunció recientemente el lanzamiento de un proyecto piloto para el cobro de acceso a espacios naturales dirigido a turistas no residentes en la isla. Este plan comenzará este verano en el conocido barranco de Masca, ubicado en Buenavista, con el objetivo de mejorar la gestión y conservación del lugar.

Durante una rueda de prensa en la que se dieron a conocer los acuerdos del Consejo de Gobierno, Dávila explicó que se ha establecido un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Buenavista, Puertos de Tenerife y el Cabildo. Este acuerdo permitirá la mejora de los servicios y un incremento significativo en la seguridad de la zona. Entre las novedades se incluye la reapertura del embarcadero, clausurado desde 2018, lo que facilitará el acceso y tránsito en el barranco.

El proyecto piloto establecerá un límite diario de 275 personas que podrán visitar el barranco de Masca, con una capacidad estimada de 100.000 visitantes al año. Los turistas tendrán la opción de acceder de manera libre o a través de empresas de turismo activo. Además, se implementará una línea de guaguas para regular la movilidad y acceso al paraje, contribuyendo a una gestión más eficiente del flujo de visitantes.

Gestión del cobro y recursos

La gestión del cobro por el acceso al barranco será llevada a cabo por la empresa pública Tragsa. Aunque el precio aún no ha sido definido, se espera que se desarrolle una ordenanza general aplicable a todos los espacios naturales de la isla. El inicio de esta medida está programado para el 1 de enero del próximo año.

Imagen de la ruta del barranco de Masca, en Tenerife.

Imagen de la ruta del barranco de Masca, en Tenerife. / LP/DLP

La presidenta del Cabildo destacó que este nuevo modelo de visita ayudará a aliviar los trayectos de ida y vuelta dentro del barranco, disminuyendo la cantidad de accidentes y rescates. Asimismo, confía en que la limitación del número de visitantes contribuirá a reducir la presión medioambiental en la zona, preservando su biodiversidad y belleza natural.

En la bocana del embarcadero, se permitirá el fondeo de hasta cuatro embarcaciones, además de kayaks y piraguas. Esta medida busca diversificar las actividades disponibles para los visitantes, potenciando el turismo sostenible y responsable.

Ampliación del horario de vigilancia

Las obras del embarcadero han supuesto una inversión de 1,6 millones de euros, con la construcción de un dique compuesto por 46 bloques de hormigón y una pasarela. Esta infraestructura incluye una plataforma de embarque que puede ser utilizada como helisuperficie, mejorando la accesibilidad y seguridad en casos de emergencia.

El convenio entre el Cabildo y el Ayuntamiento también incluye la ampliación del horario de los vigilantes ambientales. Durante el verano, estos profesionales trabajarán desde las 08:00 hasta las 20:00 horas, asegurando una supervisión constante y eficiente de la zona.