La vivienda situada en el número cuarenta de la calle Timbayba de Arrecife, en el barrio de Titerroy, donde falleció un albañil de 38 años al desplomarse sobre él el techo de su dormitorio, volvió a sufrir ayer un nuevo derrumbe por la noche.

En esta ocasión se trató del dormitorio aledaño. Hay que recordar que tras el trágico suceso, que tuvo lugar el pasado 28 de julio, se precintó la casa y los otros dos ocupantes -la madre y un hermano del fallecido- fueron trasladados a otra vivienda. La medida se ha demostrado más que necesaria.

El gerente del Centro Coordinador de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, Esteban García, indicó a este periódico que, como medida de precaución, se ha decidido desalojar las dos viviendas aledañas a la espera de que un informe del arquitecto municipal determine, en su caso, que pueden regresar sin temor alguno.

El concejal de Vivienda del Consistorio, Víctor San Ginés, declaró tras el primer derrumbe que estaba dispuesto a sufragar el coste de la reparación de la vivienda "dada la excepcionalidad del caso", siempre y cuando el informe técnico no declare la ruina del edificio tras el último suceso. Además, habrá que comprobar la insolvencia económica de la familia. "Yo ahora no tengo trabajo y no me puedo permitir el arreglo", aseguró Candelaria, la madre del fallecido y que tiene 59 años, quien recordó que también mantiene a un sobrino de 44 años que va en silla de ruedas y que recibe trescientos euros al mes.