Cuba hizo lo que lleva aprendiendo desde hace casi dos años. Se echó y comenzó a ladrar hasta que su adiestrador y guía, Óscar Fondón, se acercó a su lado y vio como un joven de unos 35 años yacía en el suelo totalmente desorientado y con un fuerte golpe en la cabeza en un descampado de Arrecife.

Esta perra de la raza malinois (pastor belga) y Book, un macho también de la misma raza, que pertenecen a la unidad canina de la ONG Emergencia y Rescate de Lanzarote (Emerlan) que el pasado martes salvaron la vida a un joven que llevaba desaparecido casi una semana y que estaba malherido tras recibir supuestamente una paliza.

La búsqueda de este joven comenzó sobre las tres de la tarde del martes cuando se activó el dispositivo de rescate por el Centro de Emergencias y Seguridad. "Sus familiares nos informaron de los lugares a los que este chico solía ir a caminar y decidimos dividirnos en dos, uno iría con Cuba a la zona de las naves de Tenorio y el otro con Book a las salinas del Castillo de San José", señala Floro Nieves el guía de Book.

Aunque Emerlan activó de inmediato una grupo de montaña, una ambulancia de soporte vital básico y doce voluntarios, fueron sus perros de la unidad canina las que resolvieron este rescate. "Rastrean enormes zonas con su olfato lo que nos permite trabajar mucho más rápido y que, en este tipo de rescate, puede ser vital para salvar la vida a un accidentado".

Los ladridos de Cuba fueron la señal que permitió encontrar a este joven. "Estaba muy desorientado, dolorido y deshidratado después de estar varios días a la intemperie", destacan los miembros de Emerlan. "Al chico le devolvimos la vida, escapó de milagro", apunta Óscar Fondón. Una vez hallado, fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital José Molina Oroza con pronóstico reservado.

El objetivo de los guías de Cuba y Book es que entren a formar parte del selecto Grupo de Perros de Salvamento (GPS) que opera en muchas provincias españolas y en las islas de Gran Canaria y Tenerife. Un grupo encargado de participar en las grandes operaciones de rescate de víctimas cuando se producen catástrofes como terremotos.

Cuba (natural de Barcelona) y Book (majorero) han formado ya una amplia familia en Arrecife. "Son unos perros muy nobles y esperamos adiestrar también a algunas de sus crías para que sigan los pasos de sus padres".